Después de dos generaciones de móviles de gama alta y varios auriculares, Nothing por fin tiene un smartphone de gama media. La compañía ha presentado el Phone (2a), un dispositivo destinado a competir contra aquellos modelos más económicos de marcas como Samsung, Xiaomi o Google. Lo consigue manteniendo la esencia del Phone (2), con características hasta ahora nunca vistas en un móvil de gama media, y con alguna que otra sorpresa de las que no nos hemos dado cuenta hasta probarlo en profundidad.
Con este Phone (2a), Nothing parece estar siguiendo una estrategia muy similar a la que Google lleva haciendo varios años, y a la que hizo Samsung en su día: lanzar una versión especial de su buque insignia con algunas prestaciones parecidas, pero con un precio algo más reducido. La compañía de Mountain View, por ejemplo, tiene el Pixel 7a (PVP 509 euros), que es una variante algo inferior a los Pixel 7 (PVP de 649 euros) pese a que comparten el mismo procesador o la misma cámara.
Hay, eso sí, una diferencia importante. El Phone (2a) apenas comparte especificaciones con el Phone (2). No tiene el mismo procesador, tampoco el mismo sensor principal. Simplemente, reiteramos, hereda la esencia del buque insignia de la marca. Esto supone una desventaja frente al móvil de gama media de Google, pero permite a Nothing batallar contra este y otros dispositivos similares con una baza más: su precio. El Phone (2a) de hecho, sale a la venta por unos 330 euros. Y me atrevería a decir que no hay opción mejor que esta por este precio por varios puntos claves.
Lo mejor del Nothing Phone (2a)
El Phone (2a) no tiene el mismo diseño que el Phone (2). Pero inevitablemente, cuando lo ves, sabes que estás ante un móvil de Nothing. La compañía ha conseguido mantener ese aspecto que tanto les caracteriza, con una trasera transparente que deja ver algunos componentes —aunque de alguna forma más opaca en el caso de la versión en color negro—, unos marcos completamente planos y un frontal sin apenas biseles en la pantalla. Hay, eso sí, una diferencia importante en los materiales: en este Phone (2a), tanto la parte posterior como los marcos son de policarbonato. No obstante, apenas se siente como tal.
La trasera, además, se diferencia a la del Phone (2) por la posición del módulo fotográfico, que ahora está en el centro. También, por el sistema de luces LED. Sí, este Phone (2a) cuenta con lo que la compañía llama Glyph, aunque en este caso solo nos encontramos con tres tiras que rodean la zona de la cámara.
Tanto esto como la trasera transparente son elementos más que suficientes para hacer que el terminal sea, sin duda, uno de los smartphones de gama media más bonitos que ha pasado por nuestras manos. De hecho, y ya hablando de gustos personales, creo que el acabado opaco del Phone (2a) es mucho más acertado que el color gris del Phone (2), aunque he de decir que atrae bastante las huellas.
El Phone (2a) también tiene luces
Y hablando del Glyph. El sistema de luces del Phone (2a) es bastante inferior en cuanto a extensión frente al de su hermano mayor, pero no por eso quiere decir que sea más limitado. Nothing, de hecho, ha mantenido todas las prestaciones que anunció con la llegada del Phone (2). Es decir, la posibilidad de crear tonos de llamadas personalizados a través de una aplicación propia, usar una de las tiras LED como elemento visual de una cuenta atrás, activar las luces como aviso de llamadas entrantes y notificaciones o, incluso, activar su uso en apps de terceros para, por ejemplo, saber cuánto tiempo está el Uber de nuestra ubicación.
Es un añadido que si bien no supone un punto decisivo a la hora de apostar por este u otro terminal, es extremadamente bienvenido. Apenas repercute en la duración de la batería, y le aporta un toque estético muy diferente respecto a otros móviles de gama media.
Por cierto, NothingOS, la capa de personalización de la compañía, está presente en este Phone (2a). De nuevo, con prácticamente las mismas prestaciones que nos encontramos en el Phone (2). Es posible personalizar la pantalla de inicio con un pack de iconos propios de Nothing, trastear con diferentes fondos de pantalla o cambiar los colores de la interfaz. Todo ello desde un único menú, y sin ajustes o prestaciones adicionales inútiles.
La pantalla también brilla
Voy a ser sincero. La primera vez que probé este Phone (2a) no conocía su precio de salida. Me ceñía a los rumores, que lo situaban en torno a los 500 euros, y trasteando con él, me di cuenta de que su pantalla estaba muy bien para este supuesto coste. Ahora que sé que el smartphone llega por unos 330 euros, puedo decir que se trata de una pantalla impresionante para su precio.
Es un panel AMOLED de 6,7 pulgadas con una resolución de 1084 x 2412 píxeles cuya nitidez es excelente, y que cuenta, además, con una calibración de colores muy acertada. Todo ello, además, con una tasa de refresco de 120 Hz y con brillos de pico de 1.300 nits. No hay nadie que vaya a estar descontento con la calidad de este panel.
Donde sí tengo sentimientos encontrados es en el rendimiento. Nothing ha apostado por MediaTek para su primer móvil de gama media. En este caso, por el Dimensity 7200 Pro, que es una versión ligeramente vitaminada del Dimensity 7200 que vemos en algunos móviles Xiaomi. Está acompañado, además, con dos configuraciones de RAM y almacenamiento. Por un lado, una con 8 GB y opción de 128 o 256 GB. Por otro, una con 12 GB de RAM y 256 GB de almacenamiento interno.
En líneas generales, el Phone (2a) hace un muy buen trabajo en términos de rendimiento. Puede correr juegos con normalidad siempre y cuando no le exijamos mucho en cuanto a gráficos y permite acceder a cualquier aplicación sin ningún problema. No obstante, en algunos casos el terminal se queda ligeramente colgado cuando realiza varios trabajos de forma simultánea; por ejemplo, al descargar aplicaciones mientras jugamos o, incluso, mientras estamos gestionando la multitarea.
Ojo, esto no es algo sumamente grave. De hecho, solo pasa en momentos muy puntuales; únicamente cuando le exigimos demasiado al terminal. Es, incluso, algo esperable en este tipo de móviles de gama media.
En la batería, eso sí, nada que objetar. Los 5.000 mAh hacen un muy buen trabajo, y permiten disfrutar de un uso intensivo durante todo el día. El Phone (2a), además, es compatible con una carga rápida de 45W, aunque no incluye compatibilidad con la carga inalámbrica.
Así son las cámaras del Phone (2a)
Hablemos de las cámaras del Phone (2a). Heredan la configuración de su hermano mayor, pero no exactamente los mismos sensores. El gama media de la marca llega con una cámara principal de 50 megapixeles con una apertura f/1.88, así como una ultra gran angular también de 50 megapixeles, aunque con una apertura menos luminosa, de f/2.2.
Los resultados de la cámara demuestran que la fotografía no es la principal baza de este smartphone. Creo, en mi opinión, que tampoco lo quiere ser. Nothing parece haberse centrado en otros aspectos, como el diseño, la experiencia del software o la pantalla, antes de priorizar en este apartado y conseguir que el smartphone salga a la venta por menos de 400 euros. Eso sí, no es una cámara mala por su precio. En exteriores y cuando hay buena luz los resultados son decentes, aunque en algunos casos el procesado tiende a sobreexponer las zonas más iluminadas y a saturar los colores, lo que obliga a repetir la toma.
Sucede algo similar con la cámara gran angular, aunque aquí nos encontramos con otro punto negativo: tiende a distorsionar la imagen en las esquinas. Además, y por algún motivo, en algunas ocasiones el terminal tarda unos segundos en capturar la imagen, y durante este tiempo nos obliga a estar quietos, un ligero movimiento hace que el procesado no trabaje bien y cree una escena desenfocada y con ruido.
¿Merece la pena el Nothing Phone (2a)?
Diseño, pantalla y software: son los dos pilares del Nothing Phone (2a). La compañía ha hecho un increíble trabajo en estas dos áreas, con un aspecto que mantiene la esencia de la compañía y que se distingue muy bien de su hermano mayor, una interfaz limpia, con las justas y necesarias opciones de personalización, y una pantalla muy brillante que perfectamente podría confundirse con la de un móvil de gama alta. Todo ello, además, con un rendimiento y una autonomía más que decente y una cámara que cumple en la mayoría de condiciones.
Por 329 euros (o por 379 euros en la versión con 12 GB de RAM y 256 GB de almacenamiento), no hay mejor opción si lo que buscas es un móvil bonito, con buena pantalla, una experiencia de software inigualable y que no peque en rendimiento y autonomía.
Ahora bien, si priorizas en la cámara, creo que hay mejores alternativas a este Phone (2a), como el Redmi Note 13 Pro, que está disponible por 380 euros en su versión de 8 GB de RAM y 1256 GB de memoria interna. O, incluso, el Pixel 7a, que si bien su precio de salida es de unos 500 euros, actualmente se puede conseguir en portales como Amazon por unos 380 euros con una cámara mucho mejor.
En cualquier caso, Nothing ha hecho un estupendo trabajo con su primer móvil de gama media demostrando que hay vida más allá de Xiaomi y que se puede crear un smartphone bonito y elegante, incluso con el plástico como material principal.