Muchas de las personas que han fallecido o desaparecido a causa de la DANA de Valencia se encontraban en sus coches. Conducir con lluvia es peligroso, pero si además se producen inundaciones o una riada es aún peor. Por eso, la primera medida de seguridad en estos casos es evitar la conducción cuando hay alerta por lluvias intensas. Pero a veces todo ocurre de forma repentina o hay un jefe que obliga a sus empleados a ir al trabajo. En esos casos, además de denunciar al jefe si es posible, es importante tener en cuenta algunas medidas de seguridad. 

Estas pueden dividirse en dos grandes bloques. Por un lado, las medidas de seguridad para conducir con lluvia cuando esta no es muy intensa. Y, por otro, las precauciones que debemos tomar en caso de riada. Estas últimas, a su vez, se dividen entre lo que debemos hacer si hay riesgo de que el coche sea arrastrado y cómo debemos actuar cuando la altura del nivel del agua no es tanta.

Una de las medidas principales siempre será llamar a los servicios de emergencia. Pero, por si acaso, debemos tener en cuenta el resto.

No olvides esto para conducir con lluvia

Lo primero que debemos tener en cuenta al conducir con lluvia es que la distancia de frenada es mucho mayor. El coche no se queda clavado tan deprisa al pisar el freno. Tarda más, porque la superficie es más resbaladiza y hay menos rozamiento. En algunos casos puede incluso producirse aquaplaning. Este ocurre cuando las ruedas del coche flotan, de manera que perdemos el control del coche durante un lapso de tiempo más o menos largo. Para evitar accidentes, es importante aumentar la distancia de seguridad. La diferencia en la distancia de seguridad al conducir con lluvia o sin ella, circulando a 90 km/h, es de 32 metros. 

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Cuando llueve mucho se debe evitar el coche, pero también salir a la calle en la medida de lo posible. Crédito: Ryoji Iwata (Unsplash)

Siempre es importante evitar el uso de ruedas desgastadas o con poca presión. Pero si vamos a conducir con lluvia es esencial. Por eso, en épocas en las que sea probable que nos sorprendan las precipitaciones, como con una DANA cercana, es importante comprobar esto antes de salir de viaje.

También puede que se empañen los cristales y nos entorpezcan la visibilidad. Esto se puede solucionar encendiendo la calefacción. Y, por supuesto, si vamos a conducir con lluvia, debemos evitar las maniobras bruscas.

Con inundaciones por DANA eso no es suficiente

Todo lo que hemos visto hace referencia a conducir con lluvia, pero sin riadas. Si hay una inundación o se ha desbordado un río o un embalse, lo primero que debemos hacer es tomar precauciones con anterioridad. La Dirección General de Tráfico (DGT) insiste en que nunca se debe cruzar con el coche una zona inundada. Incluso si creemos que no es para tanto. Si el agua sube de los 15 centímetros, la situación puede complicarse.

A partir de los 30 centímetros ya es posible que el coche sea arrastrado, aunque eso depende en gran medida de sus dimensiones y de la velocidad de la corriente. Si vemos que el coche parece suficientemente fuerte para mantenerse en su lugar y que el agua no pasa al interior, lo que debemos hacer es llamar a los servicios de emergencia y esperar dentro. Es importante ponernos el cinturón por si algún objeto arrastrado por la corriente golpease el coche. Así podemos evitar golpearnos nosotros también.

En caso de que entre agua en el coche o haya riesgo de que se arrastrado, debemos salir del vehículo, siempre por la puerta o ventanilla contraria al flujo de la corriente. Si la presión es muy grande quizás no se pueda abrir la puerta. En cuanto a la ventanilla, a veces no se puede abrir porque se ha interrumpido la electricidad. Si eso pasa, habría que intentar romper el cristal. Si no se puede, habría que mantener la calma y esperar a que siga entrando el agua y la presión dentro y fuera del coche sea la misma. En ese momento la puerta se abrirá fácilmente. 

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A veces los coches pueden ser arrastrados por el agua. Crédito: Chris Gallagher (Unsplash)

Una vez fuera, no se debe nadar contra la corriente. Lo ideal es buscar un sitio al que aferrarnos y esperar ahí a los sistemas de emergencia. 

De cualquier modo, debemos recordar que todo esto son medidas extremas en caso de que la DANA nos sorprenda en la carretera. Si hay alerta por fuertes precipitaciones en tu zona, evita en la medida de lo posible conducir con lluvia. En cualquier momento una llovizna puede convertirse en un aguacero.