Muchas personas se quejan de que las consecuencias de la DANA de Valencia se podrían haber evitado si se hubiese avisado a tiempo. Se argumenta que el radar de Valencia llevaba varios días averiado y, como tal, era imposible avisar a la población de lo que se venía. Por eso no se tomaron las precauciones necesarias. ¿Pero es todo esto cierto?
Para empezar, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha asegurado que el radar sí que funcionaba correctamente, ya que cuenta con un sistema de emergencia ante posibles fallos. Dejando eso a un lado, es totalmente cierto que no se tomaron las precauciones necesarias, empezando por el hecho de que la mayoría de empresas hicieron a sus empleados ir a trabajar. Incluso algunas mantuvieron su sistema de reparto con normalidad. Las inundaciones pillaron a bastantes repartidores en plena tarea y a muchísimos trabajadores de camino a sus puestos. ¿Por qué hicieron eso las empresas? ¿No se había avisado de la DANA de Valencia?
La razón por la que hicieron eso las empresas, que cada uno se la imagine, aunque se puede intuir. Pero nadie puede alegar que la causa fuese la ausencia de alarmas, pues hacía varios días que se sabía lo que podía ocurrir. No se puede predecir una DANA con muchísima antelación, pero 4 días antes de que comenzaran las inundaciones, muchos meteorólogos ya habían avisado de los riesgos.
¿Cuánto tiempo se tarda en predecir una DANA?
Para responder a esta pregunta, lo primero que debemos tener en cuenta es que la atmósfera terrestre consta de un sistema interconectado y caótico. Eso significa que hasta el más mínimo cambio en las condiciones atmosféricas puede generar grandes cambios a diversos plazos y escalas. Por eso las predicciones meteorológicas se suelen hacer a pocos días vista y nunca deberíamos fiarnos de una predicción hecha con dos semanas de antelación.
A veces, cuando la situación atmosférica es muy estable, quizás se podrían hacer predicciones con 7 días de antelación, según explicó a Maldita en 2019 el meteorólogo José Miguel Viñas.
El problema es que la atmósfera es especialmente caótica en otoño y primavera. Por eso, es la época en la que se pueden hacer predicciones con menos antelación. La DANA de Valencia ha ocurrido en pleno otoño. De hecho, la mayoría de DANAs tienen lugar en esta estación. Por eso las predicciones no se pueden hacer con mucha anterioridad.
En general, para que una predicción meteorológica se considere fiable, no puede hacerse con más de 3-5 días de antelación. Lo demás, por lo general, son solo tendencias. Pero incluso con 2 días de antelación, todo puede cambiar drásticamente. Esto es algo que se debe tener en cuenta a la hora de declarar alertas. Ahora bien, ¿qué fue lo que pasó con la DANA de Valencia?
El caso particular de la DANA de Valencia
El 25 de octubre, 4 días antes de que la DANA de Valencia sacudiese esta región con toda su fuerza, el meteorólogo de la AEMET Juan Jesús González Alemán avisaba en su cuenta de Twitter lo que posiblemente estaba por llegar.
Muchos usuarios de esta red social se tomaron su publicación a broma o le acusaron de alarmista.
Por otro lado, la AEMET ya declaró alerta roja en algunos puntos de Valencia a las 7:36 de la mañana del día que se produjeron las inundaciones. En ese momento ya había lluvia, pero la peor parte de la DANA de Valencia llegó mucho después. Hubo empresas que decidieron enviar a casa a sus empleados a media mañana, salvando posiblemente la vida de muchos de ellos, pues su zona de trabajo se encontraba en algunos de los puntos más inundados de la ciudad.
Si justo en el momento en el que se declaró la alerta roja se hubiesen tomado medidas, se habrían evitado muchas muertes.
Como Pedro y el lobo
Muchas personas se defienden asegurando que no toman en serio las alertas porque normalmente no se cumplen. Haciendo referencia al cuento popular, señalan que ha pasado como en Pedro y el lobo. En esta historia, un pastor llamado Pedro bromea siempre con la gente de su pueblo, gritando “que viene el lobo” cuando en realidad no es cierto. Los vecinos acuden tantas veces a su rescate sin necesidad, que el día que grita porque de verdad se acercaba el lobo nadie fue a ayudarle, por lo que el animal se comió a su rebaño.
Esta comparación hace referencia a que hay tantas alertas rojas que al final terminan en nada que la población ya no las toma en serio. Pero deberían tomarse siempre en serio. Hemos visto que la atmósfera es un sistema caótico. Puede que una predicción evolucione a mejor o a peor. Por eso, se tienen en cuenta las probabilidades de que tengan lugar estos fenómenos extremos y, según cuáles sean, se emite una alerta u otra, siempre intentando ser conservadores. Con algo tan serio, mejor pasarse que no llegar.
Por eso muchas alertas no se llegan a cumplir. Pero, por si acaso, es mejor tenerlas en cuenta.
¿La DANA de Valencia se podría haber evitado?
Ya hemos visto que los daños de la DANA de Valencia se podrían haber evitado. ¿Pero se podría haber evitado también la DANA?
La respuesta rápida es que no, lógicamente. Una DANA es un fenómeno meteorológico típico de la época otoñal, que suele ocurrir en el extremo sur de corrientes zonales muy altas en la atmósfera. España se encuentra justo en ese punto de la corriente polar, por lo que es muy normal que haya DANAs aquí. Ahora bien, es importante tener en cuenta que esta no es más que una bolsa de aire frío en capas altas, rodeada de aire más caliente.
Para que también haya lluvias intensas, es necesario que se evapore agua y se formen nubes. Y eso ocurre con más intensidad cuanto mayor es la temperatura del mar. Dado que la temperatura del Mediterráneo está subiendo a pasos de gigante, no es extraño que las DANAs sean cada vez más preocupantes. La DANA de Valencia no se podía evitar, pero si todos ponemos de nuestra parte para combatir el calentamiento global podríamos evitar que estos fenómenos lleguen a ser tan graves. Porque sí, el cambio climático existe y ya se cierne sobre nosotros. ¿En serio necesitamos algo más para asumirlo de una vez por todas?