De la mano de Warner Bors. y Atresmedia Cine llega a las salas Buffalo Kids, la nueva apuesta española por el cine de animación. Un ambicioso proyecto que cuenta detrás con las mentes responsables de filmes tan aclamados como Las aventuras de Tadeo Jones o Momias. Pero, sobre todo, que adapta la maravillosa historia del relato Cuerdas, cuyo autor, Pedro Solís García, ya llevó al formato cortometraje en 2014. Se trata del corto más premiado del mundo, obteniendo el récord Guinness en 2019. Ahora, Solís García lo codirige en forma de largometraje junto a Juan Jesús García Galocha con guion de Jordi Gasull.
Buffalo Kids narra la aventura de Tom y Mary, dos hermanos huérfanos que desembarcan en Nueva York a finales del siglo XIX para reunirse con su tío. Al no encontrarle, deciden ir en su búsqueda como polizones en un tren rumbo al Salvaje Oeste. Durante el trayecto se cruzarán con Nick, un niño muy especial en busca de una familia de acogida que les cambiará la vida para siempre. En su viaje, los pequeños tendrán que hacer frente a numerosos peligros, enfrentándose a temibles villanos pero también conociendo a sorprendentes nuevos amigos.
Buffalo Kids
Nueva reinterpretación de la aclamada historia de Cuerdas, la película combina innumerables referencias del género wéstern con una historia muy humana y luminosa. Buffalo Kids es una genial aventura con mucho corazón para todos los públicos que, a nivel técnico, alcanza una nueva cumbre en el cine familiar español. Una propuesta fresca, muy entretenida y con un emotivo mensaje.
Un wéstern cargado de diversión
Buffalo Kids es una película abiertamente hecha para los más pequeños. Un épico road trip en clave wéstern muy entretenido. La cinta toma todos los clichés y elementos básicos del género para ofrecer una aventura que divierta desde su sencillez. Indios, vaqueros, minas de oro, asaltos a trenes, coyotes, fogatas nocturnas a la luz de las estrellas, el Séptimo de Caballería... Todo en ella respira Salvaje Oeste por los cuatro costados y se convierte en una clara heredera de aquellas historietas que antaño entretenían a las generaciones pasadas.
Las influencias de esos viejos cómics, seriales y películas es evidente, dejándose llevar sin miedo por un torrente de guiños y referencias (incluso el villano es un obvio homenaje a Lee Van Cleef). Evidentemente, debido a su tono marcadamente infantil, Buffalo Kids suaviza y dulcifica mucho este universo, haciendo que los niños más mayores quizá no conecten tanto con ella, también debido a un ritmo algo irregular en su primera mitad. Pero para los pequeños de la casa es, sin lugar a dudas, una aventura de lo más estimulante y atractiva.
Animación de primer nivel
Porque, además de aunar todos los ingredientes del wéstern, Buffalo Kids cuenta con una producción a nivel técnico de primerísima calidad, sello de Core Animation. Lejos han quedado ya aquellas películas de animación con mecánicas simplonas y artificiales. Este filme cuenta con un mimo y un cuidado prodigiosos y mira a los ojos a los mejores estudios del planeta. Es una propuesta muy colorida, luminosa y llena de detalles que enriquecen la narración desde lo visual.
Los paisajes de las grandes llanuras, el acertado diseño de personajes o sus sorprendentes texturas favorecen la inmersión en la gran aventura de los pequeños protagonistas. Todo ello acompañado de una sobresaliente banda sonora obra de Fernando Velázquez (Un monstruo viene a verme, Lo imposible). En Buffalo Kids, todo parece estar en sintonía y se postula como la clara candidata a arrasar con todos los premios de animación de la industria española.
Una preciosa moraleja
Pero por encima de todo eso, la virtud que más brilla en Buffalo Kids es su moraleja. La película es una carta abierta a la solidaridad, el respeto y la aceptación. Un precioso y sentido relato que invita a niños y mayores a mirar con compasión, con cariño y ternura. Un mensaje de amor universal que destierra los prejuicios sin caer en ningún momento en la cursilería banal.
La cinta trata numerosas temáticas: hacerse mayor, encontrar un lugar en el mundo, entender los valores de justicia, ser un héroe... Y, sobre todo, la integración de personas con discapacidad. El intrépido Nick padece de parálisis cerebral y, sin embargo, Buffalo Kids tiene la destreza de mostrar con enorme sensibilidad cómo, a pesar de ello, es una persona valiente y llena de energía y vitalidad. Este pequeño es la representación en pantalla de Nico, el hijo de Solís García, a quien está dedicada la película.
Él es el corazón y el alma de Buffalo Kids. Un filme fresco y muy humano que se convierte en la propuesta ideal para ir al cine en familia en esta recta final de verano. Una cinta que a buen seguro tocará la fibra sensible de los espectadores y que eleva nuevamente los límites de la animación española. Su estreno, el 14 de agosto.