Kevin Costner ha estrenado por fin Horizon: An American Saga - Capítulo 1. Esta primera parte de lo que aspira a ser un macroproyecto brutal ha tardado tres décadas en poder ver la luz. El actor y director empezó a planificarlo allá por 1988, pero han tenido que pasar más de treinta años -e incluso ha tenido que hipotecar buena parte de su patrimonio- para poder llevarlo a cabo de una vez por todas. Una idea de dimensiones estratosféricas que ya aterriza en las pantallas de cine.
Horizon: An American Saga - Capítulo 1 es un compendio de historias que tienen lugar en el Salvaje Oeste durante el período de primeros asentamientos de colonos. Es la segunda mitad del siglo XIX y, como tal, hay multitud de personajes que intentan hacer su vida allí en unas condiciones muy duras y hostiles. Una antología de historias bastante independientes que a buen seguro se cruzarán en el futuro de la saga. Porque aunque dura tres horas, esta es solo la primera entrega.
Horizon: An American Saga - Capítulo 1
Kevin Costner busca el wéstern definitivo con un retrato global y monumental que demuestra su amor incondicional por el género. Una obra grandiosa de la que por ahora apenas nos muestra una introducción, como si fuese más bien la primera parte de una serie. Un compendio de disfrutables subtramas e interesantes personajes que guardan la promesa de completar el círculo algún día.
Retrato del wéstern
El plan de Kevin Costner con Horizon: An American Saga no es contar una historia. Es hacer un retrato caleidoscópico de todo el género wéstern. Por eso, a través de una colección de personajes de lo más arquetípicos, narra las fábulas clásicas de este tipo de películas. A lo largo del filme aparecen los primeros poblados occidentales en tierras apaches y algunas revueltas indígenas. Una viuda tratando de rehacer su vida junto a su hija, una mujer sin hogar buscando su lugar en el mundo y un viejo cowboy obligado a rescatar a una dama. Un regimiento del ejército al estilo del Séptimo de Caballería, duelos de pistolas en plena calle, una familia de sanguinarios asesinos...
Todas son historias vistas una y mil veces en el wéstern desde que el cine es cine. Y esa es la gracia de la película. Horizon: An American Saga es, en definitiva, una biblia donde Costner quiere recoger todo lo que los grandes maestros sembraron. Una narrativa monumental bajo la que se enmarca, en realidad, una forma de entender el séptimo arte. Un homenaje grandioso al género de los géneros. Es John Ford y es Howard Hawks. Un filme muy rico en el que perderse y vagabundear en busca de nuevos relatos en cada uno de sus rincones.
Para llevar a cabo esta gesta imposible, lo primero que hace Costner es presentar un universo enorme. Se trata de historias independientes, pero todas tienen lugar en el mismo mundo. Un lugar en el que la naturaleza del ser humano estuvo más expuesta que nunca. El microcosmos en el que, entre arena, bosques y montañas, la humanidad se construyó a sí misma. Una tierra sin ley. Es ahí donde el director lleva al espectador para que descubra el Oeste en su máxima expresión.
Formato de serie
Eso sí, al querer abarcar tanto, también surgen los inconvenientes. El principal es que Horizon: An American Saga - Capítulo 1 se siente más como una serie que como una película. Es tan amplia su escala, es tal la cantidad de personajes y de historias que presenta, que acaba sobrepasando los límites de un largometraje. La estructura narrativa que propone Costner se acerca mucho más al de los proyectos televisivos que al de las películas. Sobre todo teniendo en cuenta que aún quedan tres entregas por estrenarse para completarla.
Es obvio que en el futuro estos personajes acabarán cruzándose unos con otros. Algunos establecerán alianzas y otros tendrán que liarse a tiros. Pero en este primer capítulo los relatos van apareciendo a saltos, sin guardar ningún tipo de relación o de coherencia interna entre ellos. Cuando termina, ninguna de esas tramas ha concluido. Todos los arcos argumentales permanecen abiertos y muy distantes entre sí. No hay desenlace, pero porque ni siquiera hay nudo. O, mejor dicho, hay muchos pequeños nudos, pero no uno central. Horizon: An American Saga - Capítulo 1 es una presentación, la primera parte de una miniserie cuyo hilo conductor aún no llega a matizarse.
La única razón lógica por la que el director ha optado por convertir Horizon: An American Saga en películas y no en episodios de televisión debe ser porque quiere devolver al wéstern a su lugar natural, la gran pantalla. Razón más que suficiente para hacerlo, por otro lado. Su amor por el género es tan profundo que rebosa la pantalla y llena la cinta de alma, de un aura única y cuasinostálgica. A pesar de sus problemas, es imposible que alguien a quien le guste el wéstern no disfrute de la obra.
Ritmo y eficacia
La primera hora de Horizon: An American Saga - Capítulo 1 es abrumadora, sensacional. El director sabe que necesita captar la atención desde el minuto uno si no quiere que los espectadores rechacen un proyecto tan ambicioso. Y lo consigue con un ejercicio de estilo apabullante. El manejo de la acción y la tensión es prodigioso. Solo por ese primer acto ya merece la pena pagar cada céntimo de la entrada. Después, el ritmo decelera, aunque en ningún caso se para.
El abanico de subtramas es tan grande que Costner consigue bailar con ellas para que el conjunto nunca aburra. Siempre hay un punto de incertidumbre que queda en el aire y que genera ganas de saber más, de ver cómo continúa. Si además se apoya en los paisajes imposibles del Oeste y en una banda sonora tan magnífica como la que ha compuesto John Debney, el goce es innegable. Evidentemente, claro, no todas las historias que nos cuenta son igual de redondas. A ratos la película y brilla y por momentos es demasiado plana y estándar. Es lo normal en algo tan gigantesco. Por fortuna, los primeros son más numerosos que los segundos.
Además, una de las grandes virtudes de Horizon: An American Saga - Capítulo 1 es que el director logra que el público sepa en todo momento dónde está. A pesar de la colección de personajes y conflictos que pasa ante sus ojos, no hay sensación de pérdida. Se deja embaucar por todos ellos, aunque empatice más con unos que con otros. El filme no da lugar a confusión. Al llegar al final, las tres horas se notan pero, como no ha terminado, también nace en el espectador la necesidad de ver más.
Horizon: An American Saga - Capítulo 1 es, en resumidas cuentas, el proyecto más ambicioso y colosal de un loco enamorado del wéstern. Un retrato global del Salvaje Oeste que funciona más como serie que como película pero que abraza todo lo que este tipo de cine le ha dado al mundo a lo largo de su historia. Un compendio de tópicos siempre entretenidos que continuará el 30 de agosto con el Capítulo 2, el cual Costner ya tiene rodado y listo para sacar del horno. Allí estaremos para verlo y acompañarle en esta aventura imposible por homenajear al padre de todos los géneros.