Con Transformers One, la aclamada franquicia de los robots regresa al terreno de la animación. Y lo hace con la propuesta más ambiciosa de este estilo hasta la fecha. Hasbro y Paramount han decidido echar toda la leña en el asador y ofrecerle al público una precuela de tintes épicos que sirva como grandioso entretenimiento para los fans. Y a su vez como puerta de entrada a la saga para los espectadores más jóvenes. Una cinta con la que confían en abrir nuevos horizontes de cara a un futuro que, esperan, sea muy prometedor.
Transformers One sigue la historia de un joven bot minero llamado Orion Pax. Junto a su gran amigo D-16, viven en la ciudad subterránea de Iacon, en el planeta natal de los Transformers, Cybertron. Ataño, los Prime defendían el lugar, pero una invasión extraterrestre acabó con todos ellos e hizo que la Matriz de Liderazgo que alimentaba el planeta desapareciera. Ahora, la sociedad está protegida por el último Prime, Sentinel, que busca sin descanso la Matriz. Una misión a la que Orion Pax, pese a que ni siquiera puede transformarse, desea unirse. Esto les embarcará a él y sus compañeros en una aventura que supondrá, en definitiva, la historia de orígenes de Optimus Prime y Megatrón.
Transformers One
La saga Transformers ofrece al fin la historia de orígenes de Optimus Prime y Megatrón. Los eternos enemigos y líderes de Autobots y Decepticons antaño fueron como hermanos. Juntos vivieron una espectacular aventura que no solo sirve como competente precuela y como genial iniciación a la saga, sino que se sitúa entre las mejores producciones de la historia de la franquicia. Una película entretenidísima, muy divertida y con una animación muy vistosa.
Una aventura épica
La película dura algo menos de dos horas y en todo momento mantiene un ritmo delirante y frenético. Desde el primer momento, Transformers One cuenta con brutales dosis de adrenalina, ya sea en forma de persecuciones, carreras o peleas. Y, sin embargo, le da tiempo a establecer con soltura y garra todos los elementos de la historia para que nada pase por alto. El mundo presentado es lo suficientemente rico como para absorber al espectador, pero gracias a su tono infantil tampoco es complicado de entender. Eso permite que nos dejemos llevar por ese espíritu de viaje que propone el filme de una manera bastante orgánica.
Por encima de una cinta de Transformers, la película es un coming-of-age que habla sobre la valentía y el corazón de los héroes. Un filme sobre la forja de las grandes leyendas, de cómo estos personajes nacen de la ambición y el espíritu de las personas comunes. A su vez, es una historia sobre la amistad y el distanciamiento. Explica a los más pequeños cómo, ante un mismo objetivo, los caminos se separan puesto que cada persona actuará diferente de acuerdo a sus propios valores.
A este respecto, Transformers One tiene un subtexto social de lo más interesante. La cinta lanza un sencillo mensaje contra la opresión y contra aquellos que se elevan entre mentiras para aprovecharse de los demás. De cómo, por muy fuerte que sea el tirano, nunca podrá igualar el poder y la esperanza de un pueblo unido. Como tantas otras veces, la ciencia ficción indaga en estos temas que tan bien le sientan al género. Lo hace con una perspectiva superficial puesto que la película está destinada a niños. Pero acierta enormemente al hacerlo, pues de esta forma comulga a la perfección con la aventura clásica y disfrutona que quieren contar.
Una película de personajes
En todo ese contexto, se nos presenta una colección de personajes de lo más variados y arquetípicos. Transformers One sigue las reglas básicas de toda buena historieta. Está el protagonista irresponsable, bondadoso y soñador, tremendamente carismático. Un personaje, Orion Pax, que seguirá el habitual camino del héroe para pasar de ser un don nadie de clase humilde a convertirse en la gran esperanza de toda su raza, el inolvidable Optimus Prime. A su lado, su inseparable amigo, mucho más cuadriculado y responsable, que seguirá el camino opuesto hasta ser el temible Megatrón.
Junto a ellos, está el típico personaje bobalicón y charlatán que sirve de alivio cómico y que tiene guardadas increíbles habilidades. Este rol recae en B-127, conocido por los fans de la saga como Bumblebee. También hay una guerrera muy diestra y tenaz, Elita, y un anciano sabio que se convierte en el maestro y ejemplo a seguir del héroe, Alpha Trion. Por último, está el gran villano de la película con su correspondiente giro de guion. Nada en Transformers One es rompedor a nivel narrativo, todo es predecible. Y, sin embargo, encaja a la perfección como piezas de un puzle muy bien diseñado.
Una animación de primer nivel
Toda esta gran historia sobre el origen de los Transformers tal y como los conocemos no podría cuajar sin un apartado técnico y artístico a la altura. Por fortuna, Transformers One cuenta con un aspecto visual muy cuidado. Tanto el diseño de personajes como de entornos es de sobra atractivo para el ojo. Las compañías han optado por una animación realizada íntegramente en CGI, la primera vez que ocurre en la franquicia. Y el resultado es muy bueno.
Es cierto que a día de hoy existen producciones de otros estudios que arriesgan bastante más a este respecto. Transformers One no va a suponer una revolución como sí lo hacen la saga Spiderverse de Sony, filmes como Elemental en Pixar o El Gato con Botas: El último deseo en DreamWorks. En cualquier caso, sigue siendo una propuesta muy colorida y llamativa que se amolda perfectamente al guion y mensaje que quieren transmitir.
En resumidas cuentas, Transfomes One pasa a ser uno de los títulos más sólidos y apetecibles de toda la franquicia de los cybertrones. Una historieta de orígenes en clave más infantil que de costumbre pero que demuestra que, a pesar de todo, puede seguir ofreciendo un entretenimiento de altos vuelos con personajes muy bien planteados y una trama tan sencilla como eficaz.