La influencer Adara Molinero está dando mucho que hablar últimamente en redes sociales. En primer lugar, por las quejas interpuestas por ella misma tras sufrir quemaduras durante un tratamiento de estética para eliminar manchas de la piel. Después, por su promoción de Silvederma, un fármaco para las quemaduras que requiere prescripción médica y que, por lo tanto, bajo ningún concepto puede ser publicitado como ella lo ha hecho.

Ambas cuestiones han dado todavía para más polémica. Por un lado, porque su dermatólogo amenaza con denunciarla por falso testimonio, ya que las quemaduras que ha sufrido no son tan graves como ella asegura. Además, forman parte de los efectos esperados del tratamiento. Y, por otro lado, porque la pomada que ha utilizado, Silvederma, no solo requiere receta médica. Su uso también está bastante desfasado y podría ser contraproducente.

Por lo tanto, tenemos a Adara Molinero denunciando injustamente a sus seguidores un tratamiento médico y publicitando un medicamento, que no solo no debería mostrarse como ella lo hace, sino que además no sirve. Todo un culebrón para las redes sociales que no sabemos cómo acabará. 

Según las declaraciones que se han hecho desde la clínica de estética en la que Adara Molinero se hizo el tratamiento, la influencer lleva dos años acudiendo a la misma. Allí se ha hecho varios tratamientos, siendo el último de ellos la eliminación de manchas en la piel mediante láser.

La joven ha mostrado en redes sociales varias quemaduras, causadas supuestamente por un mal funcionamiento del láser. Ha asegurado que piensa demandar a la clínica. Sin embargo, el dermatólogo que la trató ha explicado también que la denunciará por falso testimonio, puesto que la situación no es de la gravedad que ella señala. Es cierto que ha sufrido quemaduras en el proceso, pero estas estarían dentro de lo esperable e informado. El tratamiento consistiría precisamente en quemar las manchas y dejar que la piel se vuelva a regenerar. Por eso, no habría nada fuera de lo normal. Pero, sin duda, si ha habido algo que ha indignado a muchas personas en redes sociales ha sido el segundo episodio de este culebrón: la recomendación de Silvederma.

Silvederma: el supuesto milagro contra las quemaduras

Adara Molinero ha llegado a decir en stories de Instagram que la crema Silvederma “le ha salvado la vida”.

Esto supone la publicidad de un producto que, en realidad, es un medicamento sujeto a prescripción médica. No es la primera vez que se detecta a influencers haciendo este tipo de publicidad. Hace años, por ejemplo, hubo una gran polémica con Eridosis, unas toallitas impregnadas en antibiótico que eran publicitadas por muchas creadoras de contenido prácticamente como si fuese un cosmético de uso diario.

Esto es algo que pasa a menudo con los productos de uso tópico. Tanto si son toallitas como si vienen en formato crema, dan menos la sensación de ser un fármaco. Pero lo importante no es cómo se administran, sino las sustancias que contienen.

En el caso de Silvederma, su principal principio activo es la sulfadiazina argéntica, un antibiótico indicado para el tratamiento y prevención de infecciones bacterianas, tanto en úlceras como en quemaduras de segundo y tercer grado. Durante muchos años ha sido uno de los principales tratamientos de elección frente a las quemaduras. Pero no solo frente a las de segundo y tercer grado. No era extraño encontrarla en el botiquín de casi cualquier casa para las quemaduras leves que pueden producirse en la cocina o con la plancha del pelo. 

Esto, lógicamente, es un uso indebido del antibiótico. Pero tampoco se debería acusar a los consumidores, ya que durante mucho tiempo incluso se vendió en las farmacias para el alivio de este tipo de quemaduras. Poco a poco, esto ha ido cambiando. Hay mucha más concienciación sobre la venta de fármacos con prescripción médica, aunque aún podemos encontrarnos algún establecimiento donde nos lo sigan vendiendo sin receta.

Su uso puede perjudicar más que ayudar

El problema es que, incluso con receta, Silvederma va cayendo poco a poco en desuso, pues algunos estudios demuestran que perjudica más de lo que ayuda. Esto se debe a varios motivos. En primer lugar, a que promueve el exudado de las quemaduras y aumenta la humedad en la zona. Esto tiene tres consecuencias: la dilución del fármaco, el retraso de la cicatrización y la creación de un ambiente propicio para las bacterias. En segundo lugar, Silvederma puede producir hipersensibilidad en algunos pacientes. Esto, en realidad, ocurre casi con cualquier fármaco, pero debe tenerse en cuenta. Por otro lado, puede dañar las células sanas y, además, propicia las resistencias a antibióticos. Esto ocurre sobre todo si se hace un mal uso, aplicándola durante demasiado tiempo, durante muy poco, o simplemente cuando no es necesario. 

Por si todo esto no fuera suficiente, la duración de su efecto es muy corta, por lo que requiere reaplicar muchas veces, causando mucha incomodidad.

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A menudo, los fármacos de uso tópico se confunden con cosméticos. Crédito: Bahiu Olivetto (Pexels)

Silvederma no es un producto cosmético

Un fármaco con receta médica nunca debe publicitarse fuera del ámbito sanitario. Por este motivo, una influencer como Adara Molinero no debería mostrar Silvederma como la crema que le ha salvado la vida. Le siguen muchas personas, que pueden verla como una opción más para tratar las quemaduras, sin tener en cuenta los posibles riesgos.

Además, puede llegar a confundirse con un cosmético. Si esto ocurre, se puede utilizar regularmente, en dosis no controladas, interrumpiendo el tratamiento sin ningún tipo de cuidado. De este modo, las bacterias de la piel expuestas al antibiótico van aprendiendo a combatirlo. Se seleccionan aquellas con genes capaces de resistir a su efecto. Y, después, dado que las bacterias tienen la capacidad de intercambiar genes entre ellas, pueden pasarle dicha resistencia a otras que sí sean dañinas. Así, cuando de verdad necesitemos el antibiótico, ya no nos funcionará.

Ese es el gran peligro de las resistencias a antibióticos y la razón por la cual, siempre, ante la duda, debemos consultar a un médico o un farmacéutico. Nunca a nuestro influencer de cabecera.