El segundo Unpacked del año presentó a mediados de julio el Samsung Galaxy Z Flip 6, un plegable que pretende consolidarse como la opción preferida del segmento tipo concha, pero que empieza a tener enemigos muy duros a los que era fácil medirse en generaciones anteriores, pero que ahora han mejorado y pueden suponer un dolor de cabeza. Además, la compañía le ha sumado un punto de dificultad a su popularidad marcando el 2024 como un año sin cambios radicales en la serie.
Sobre el papel, Samsung ha hecho 3 o 4 cambios importantes que le dan un aire renovado al Galaxy Z Flip 6, pero que siembran la duda de la recomendación si echamos un vistazo a la competencia. Y no solo a la de otras marcas: en su propio catálogo hay opciones plegables que, según se comparten las ofertas, pueden dejar a esta sexta generación en una posición complicada.
Pero, como todo análisis, no debe basarse solo en la lista de especificaciones. Un servidor ha estado probando este Galaxy Z Flip 6 durante unos cuantos días para contarte en qué mejora, cuáles son sus puntos fuertes, qué no me ha gustado y, en definitiva, si es un móvil recomendable para los usuarios que buscan un plegable tipo concha en pleno 2024.
Y, como siempre hago antes de entrar en materia, voy a comentarte qué vas a encontrar en la caja de este Samsung Galaxy Z Flip 6. Voy a ser breve, pues su fino empaque avecina lo que ya viene siendo costumbre: en su interior está el propio terminal, un cable USB C - USB C, los manuales de instrucciones y la herramienta para extraer la bandeja SIM. A pesar de estar ante un dispositivo de 1.329 euros, no hay rastro del cargador ni de una funda protectora. Algo, por otro lado, cada vez más habitual en el sector.
La gran novedad del Galaxy Z Flip 6, su diseño
A pesar de ser una renovación modesta, Samsung ha dejado claro que es un dispositivo de nueva generación. El Galaxy Z Flip 6 estrena diseño, colores y marcos, aunque mantiene otros aspectos como el formato de la pantalla exterior o la ubicación y estilo de la doble cámara.
Comenzando por sus marcos, Samsung ha querido estilizar más su cuerpo, ofreciendo un chasis exterior completamente plano y con aristas bien marcadas. Además, ha cambiado el brillo por el mate con un efecto satinado para el aluminio. Ahora no solo sigue la moda del resto de la gama alta, también evita las huellas al completo. No se marca ni una sola.
Estéticamente, el cambio le sienta bien, aunque en la mano, como suele ocurrir cuando viras hacia un diseño más estilizado, las aristas tan pronunciadas le restan puntos a la ergonomía. No es algo que deba preocuparte, pues sus 184 gramos de peso no son suficientes para que sus 'filos' se noten demasiado.
Como detalle curioso, el color del aluminio ahora está presente en los anillos que rodean las cámaras, que en el caso de la unidad que estoy probando, es un tono azul bastante bonito y limpio. Y, hablando de colores, este Galaxy Z Flip 6 tiene un buen surtido: azul, amarillo, melocotón, plateado, verde menta, negro y blanco.
Dejando a un lado los nuevos marcos y el detalle de las cámaras, las novedades respecto al Flip 5 empiezan a ausentarse. La pantalla exterior repite el mismo formato exacto, en el interior los biseles negros mantienen el tamaño, la cámara delantera vuelve a estar en un agujero centrado y los puertos, micrófonos y altavoces se encuentran en el mismo lugar.
Tras estar unos días con él, mi sensación es que Samsung ha conseguido renovar la estética del dispositivo manteniendo las cosas que ya hizo bien en la anterior generación. Es decir, que pretende llamar la atención de usuarios de varias generaciones anteriores o nuevos interesados en los plegables, pero no de los que compraron un Galaxy Z Flip 5 hace menos de un año.
2 pantallas, 1 cambio
En lo que respecta a las pantallas, Samsung ha mantenido prácticamente todos los detalles del panel interior y exterior, y otra vez, ha vuelto a dar en el clavo. No es sublime, ni la mejor pantalla del mercado, pero estamos ante un apartado correcto y que ofrece una experiencia satisfactoria.
El principal cambio, y el único, está en su nivel de brillantez. La pantalla del Galaxy Z Flip 6 ahora ofrece un pico de 2.600 nits. Si bien estos no se mantienen en el tiempo, sí suponen una buena baza para días muy soleados o situaciones en las que necesites más claridad. Ahora bien, estos nits extra vienen desactivados por defecto, es necesario pulsar sobre los 3 puntos de la barra del brillo y activar la opción 'Brillo extra'.
¿Y el resto? Pues, más allá del brillo, no hay novedades respecto al Galaxy Flip 5. Tampoco es una mala noticia, pues tienes todo lo que puedes necesitar: una resolución FullHD+, una tasa de refresco de 120 Hz, tecnología AMOLED LTPO y HDR10+.
En términos de calidad y especificaciones, se deja un punto respecto a otros móviles como el Galaxy S24 Ultra, pero con una visual digna de la gama alta y unos resultados considerablemente buenos. Como ya he indicado, no es la mejor pantalla del mercado, pero sí una muy buena.
¿Qué hay de la pantalla exterior? Como ya viene siendo costumbre, Samsung permite integrar en ella widgets y apps para no tener que desplegar el dispositivo al realizar ciertas acciones. Es útil para leer notificaciones, despertar la cámara y hacer un selfie rápido —con una calidad superior a la de la cámara delantera e interna— o utilizar aplicaciones sencillas como la calculadora y el calendario.
Se comporta bien, pero tras probar el Motorola Razr 50 Ultra, puedo confirmar que Samsung ha perdido esta batalla. Este panel exterior está peor optimizado y se le ha dado menos cariño que en el caso del Razr.
Hecha esta apreciación, si no las comparas directamente, Samsung sigue ofreciendo una buena alternativa a tener que desplegar el dispositivo para realizar acciones sencillas o visualizar notificaciones.
Samsung ha actualizado el hardware de su cámara, aunque sigue sin ser el motivo para comprarlo
Después de dos años manteniendo un total de cero cambios en su apartado fotográfico, el Galaxy Z Flip 6 ha actualizado su hardware. El sensor principal ahora es de 50 MP, ofrece una estabilización OIS, una apertura f/1.8 y una distancia focal fija de 23 mm. El secundario, que es el encargado de realizar las tomas 0,6x, lamentablemente sigue siendo el mismo que montó el Galaxy Z Flip 4 y 5.
Este año hay nuevos algoritmos y procesador de por medio, por lo que era de esperar una mejora en la fotografía de este modelo concreto. Y, lo cierto, es que así es: el Galaxy Z Flip 6 ofrece un buen desempeño cuando se trata de abrir la cámara y disparar, aunque sigue limitando su calidad por culpa de un hardware menos cuidado que, por ejemplo, en la serie S.
Aun así, estamos ante un apartado fotográfico disfrutable, con el típico procesado de Samsung que le sube la saturación a las fotografías y un asistente IA que le da otro toque extra de vividez. En la gran mayoría de situaciones, incluso cuando la luminosidad decae, el comportamiento es bastante bueno y es posible conseguir resultados pintones sin necesidad de esmerarse mucho.
Y, si te gusta disparar con zoom, debes saber que esta cámara carece de sensor específico. Todos los aumentos (x2, x4 y x5) son recortes del sensor principal, y gracias a los 50 MP y al procesado de Samsung, es posible realizar buenas tomas en x2, manteniendo el detalle y un nivel de ruido poco notable. Lo mejor es que eches un vistazo a las fotografías que he podido hacer en mis pruebas.
El sensor ultra gran angular, como ya ocurría en anteriores generaciones, pasa sin pena ni gloria. Su resolución es buena y puedes conseguir fotografías decentes, aunque su naturaleza hace que no sea demasiado recomendable para tomas donde la luz escasea. Si lo utilizas, que sea durante el día y para hacer fotos donde el detalle no sea lo más importante.
En términos generales, como bien anuncio en este apartado, la cámara no va a ser el motivo por el que compres este Galaxy Z Flip 6. Si lo haces, será por su condición de plegable, sus pantallas o su estética, y de paso, te llevarás un aspecto fotográfico decente a la altura del resto de características. Lo que tengo claro, sin dudarlo, es que la fotografía no es un motivo para descartarlo. Sobre todo, porque si quieres un móvil que se pliega, la competencia juega en un nivel muy similar.
Potencia de sobra, un poquito de calor y una autonomía más bien justita
Ahora bien, un punto sin apenas fisuras es el del rendimiento. Samsung no se ha complicado y ha instalado en su interior un Qualcomm Snapdragon 8 Gen 3. Es el chip envidiado de este 2024, por lo que su rendimiento, como era de esperar, es sublime. Vas a poder jugar a cualquier cosa, navegar por la interfaz con soltura, abrir apps rapidísimo y, en general, en este apartado sí que vas a tener lo que se espera de un móvil por encima de los 1.000 euros: rendimiento de sobra.
Eso sí, no se puede decir que el Galaxy Z Flip 6 gestione la temperatura a la perfección. El dispositivo, cuando le exiges una buen dosis de rendimiento se calienta. No en exceso, ni mucho menos, pero es posible notar la parte trasera superior con más grados de lo que me gustaría. Es algo que también ocurre cuando grabas contenido en alta resolución o utilizas mucho la cámara, por lo que achaco este detalle a un diseño de la refrigeración muy condicionado por el formato plegable y la pantalla secundaria.
¿Cómo va de batería este Galaxy Z Flip 6? Bueno, lo primero que debes saber es que ha aumentado su capacidad hasta los 4.000 mAh respecto a la generación anterior. Es una muy buena noticia, sobre todo porque la autonomía es toda una 'red flag' cuando se habla de plegables.
Estos 4.000 mAh se comportan bien, pero siguen sin ser suficientes para el uso diario intensivo. Es posible llegar al final del día con batería, pero sacrificando ciertos aspectos como un brillo alto, la tasa de refresco máxima o el uso de ciertas funciones. Como he repetido en varias ocasiones durante el análisis, si buscas lo mejor de lo mejor, debes dejar a un lado los plegables, y la autonomía no es la excepción.
¿Merece la pena este Galaxy Z Flip 6?
Entonces, recapitulando, estamos ante un móvil que cuesta 1.329 euros, que no tiene la mejor pantalla, que no tiene una de las mejores cámaras, al que le cuesta llegar al final del día sin pasar por el cargador y que, además, se diferencia en unos pocos detalles con su generación anterior. ¿Qué motivos hay para comprarlo?
Pues bien, todos estos puntos se repiten, uno por uno, en cualquier plegable tipo concha que puedes comprar ahora mismo en el mercado. Bueno, en el mercado occidental, porque el catálogo chino es otra historia.
Actualmente, si quieres un móvil plegable es necesario hacer sacrificios, los cuales, suelen estar presentes, principalmente, en la cámara y la autonomía. En este nicho, los más de 1.000 euros no los pagarás para tener la crème de la crème en cada apartado, sino para molar más que nadie con una pantalla plegable que se rodea de buenas características, aunque no de las mejores.
Por supuesto, Samsung ha hecho un gran plegable que es recomendable para todos aquellos que quieran adentrarse en el mundo de las dobleces, pero antes de comprarlo, debes saber que ya no es el único móvil plegable que mola. El propio Galaxy Z Flip 5 a 769 euros o el completísimo Motorola Razr 50 Ultra en oferta por 1.099 euros son opciones que están muy a la par —incluso por encima en detalles como la pantalla secundaria— y que cualquier comprador debería ojear antes de ir a por el protagonista de este análisis.