Sin duda alguna, hoy es un mal día para el futuro de la movilidad eléctrica. El Gobierno de España acaba de presentar en Bruselas el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) para el año 2025. Este documento integra las propuestas y la planificación energética y climática del país, pero entre sus líneas se encuentra una de las peores noticias para aquellos que pretendían hacerse con un coche eléctrico en 2025 o 2026.
Este plan —el PNIEC— es el encargado de determinar la orientación de los fondos relacionados con la energía y el clima, entre los cuales, se pueden encontrar todas esas ayudas al sector de la movilidad eléctrica y las subvenciones a fondo perdido que se han estado entregando a los usuarios. ¿Te suena el MOVES III? Pues también está dentro de este documento.
En resumidas cuentas, y según podemos leer en ABC, el documento augura en su planificación un despunte significativo del parque de coches eléctricos en España hasta 2030, un hecho que relacionan con una bajada de los precios del sector y una supuesta equiparación con los vehículos térmicos tradicionales.
Según el Gobierno, habrá más de 5,5 millones de coches eléctricos en España para 2030, lo que presupone un aumento de un millón anual a partir de 2025. Sin duda, es una cifra muy optimista, pues al finalizar 2024 se prevé que haya algo menos de 500.000 unidades puramente eléctricas circulando por nuestro país.
Adiós a las ayudas para el coche eléctrico
En base a esta planificación, el Gobierno cree que es hora de acabar con las ayudas al coche eléctrico. El motivo que se ha reflejado en el PNIEC es que "en el periodo 2025-2030 se estima que se habrá alcanzado la paridad de precio en vehículos ligeros y no será necesario apoyo público como ayudas a fondo perdido para adquisición de vehículos."
Por lo tanto, no parece haber demasiadas dudas al respecto. Las únicas ayudas que sí se reflejan en el documento son las relacionadas con el sector público de la movilidad eléctrica, que tiene en cuenta seguir subvencionando una red de cargadores más amplia y la posibilidad de llevar puntos de recarga mucho más potentes para vehículos de transporte pesados.
Eso sí, en lo que respecta a los compradores finales y las ayudas a fondo perdido —como el MOVES III—, el plan es eliminarlas de la ecuación a esperas de una equiparación en los precios con el parque de combustión.
Unos precios que, por cierto, no paran de subir y ya marcan cifras récord en prácticamente todas las marcas, grupos y sectores de la industria. Por lo tanto, toda esta situación deja en duda que España sea capaz a sumar un millón de coches eléctricos cada año a sus carreteras. Sobre todo, teniendo en cuenta que gran parte de las actuales ventas se dan por la promesa de una considerable rebaja gracias al MOVES III y la posibilidad de deducirse el IRPF de la compra.
Un futuro incierto para la electrificación
El nuevo PNIEC, más allá de aclarar algo, deja a los futuros compradores con más dudas que nunca. El documento mete prisa a quién pretendía comprar un coche eléctrico en los próximos meses, y siembra desconfianza en aquellos que iban a dar el paso durante 2025 o 2026.
El PNIEC es un plan importante, aunque las palabras de las que nos hemos hecho eco no se tallan en piedra. A posteriori, el Gobierno puede ampliar el MOVES III y otras subvenciones al coche eléctrico tras debatirlo en el congreso, aunque su estrategia es la que ha quedado reflejada: dejar sin ayudas a los compradores a partir de 2025.
