Nothing ha vuelto al ruedo del audio. Hace un par de semanas la compañía sorprendía a todos con un par de imágenes extrañas en su popular perfil de X (Twitter), una acción que generó dudas sobre su próximo lanzamiento y motivó el hype de muchos. El resultado ya es oficial y se llama Nothing Ear (Open).

Así los vas a encontrar en el catálogo de la compañía, que estrena sección para estos nuevos auriculares abiertos —de ahí el 'open'—. Pero, ¿qué tipo de cascos son estos? Pues bien, se trata de un tipo de producto de audio muy específico, que se desliga de la moda de la cancelación de ruido con un sistema muy peculiar e interesante, y a su vez este diseño también lo aleja de la popularidad del mercado, convirtiéndolo en un gadget que no todo el mundo acogerá con los brazos abiertos.

Ahora bien, son tan diferentes del resto del catálogo, que cabe la posibilidad de que te los plantees como auriculares secundarios. Un servidor ha estado probándolos durante los últimos días y utilizándolos en diferentes escenarios para contarte cómo suenan, qué tienen de especial y, en definitiva, si te recomiendo pasar por caja cuando el día 1 de octubre se pongan a la venta por 149 euros.

Como diría Ned Flanders: "es como si no llevara nada"

El apartado principal de unos auriculares true wireless suele ser el audio, pero en este caso es el diseño. Los Nothing Ear (Open), como bien estarás viendo en las imágenes, ofrecen una estética totalmente diferente al resto de opciones in ear. Su cuerpo es transparente, pero lo que más llama la atención es su forma, el apéndice alargado y curvo que sale del auricular y la protuberancia de color gris que finaliza el conjunto.

Como bien puedes imaginar, este diseño está pensado para que el auricular cuelgue de la oreja y que su estabilidad no dependa de la inclusión en el conducto auditivo. Ponérselos es increíblemente sencillo, y cuando lo haces, su presencia prácticamente desaparece. La suave curva de silicona reposa en el mismo lugar que lo hacen las gafas, haciendo que el cuerpo del auricular se quede a las puertas del oído.

Y es ahí donde está la clave: el cuerpo del auricular queda fuera del conducto que da al oído interno, por lo que los dolores o el mal acoplamiento son cosa del pasado con estos Nothing Ear (Open). Este diseño los hace comodísimos. De hecho, nunca he probado un producto de audio tan confortable como este.

Es fácil olvidarse de que los llevas puestos, lo que hace que sean perfectos para largas jornadas de trabajo o personas que no están cómodas con casi ningún auricular del mercado. Si tienes una forma del pabellón auditivo peculiar, puede que estos Nothing Ear (Open) se conviertan en tu salvación.

Eso sí, este diseño también hace que sean más llamativos de lo normal. No se disimulan tanto en la oreja como unos AirPods o los modelos de botón de otros fabricantes, y se puede apreciar que alguien los lleva puestos desde cualquier ángulo.

Los Nothing Ear (Open) no solo tienen un diseño peculiar, su sonido también es bastante único

Ahora bien, más allá de la comodidad, ¿por qué querrías unos auriculares así? Es posible contestar a esta pregunta en los primeros 15 minutos de uso: los Nothing Ear (Open) pretenden que escuches tu canción favorita mientras tienes capacidad para oír lo que ocurre a tu alrededor. Así de simple.

Sí, puede parecer extraño, pero es la esencia de los auriculares abiertos. No taponan tu oreja, por lo que puedes escuchar música sin aislarte del exterior, un escenario ideal para ir en bici, andando por la calle o haciendo deporte en zonas en las que hay peligros varios.

Estos Nothing Ear (Open) son la antítesis de la cancelación de ruido. Puedes escuchar música mientras un compañero de trabajo te habla y escuchas su voz a la perfección sin necesidad de parar la reproducción —por supuesto, dependiendo del volumen—. Con estos auriculares se acabó eso de que alguien te llame y no te enteres, ni siquiera tendrás que realizar la acción de quitarte uno de los auriculares para saber qué te está diciendo.

Nothing Ear (Open)

Pero claro, esto hace que el sonido sea, cómo decirlo… peculiar. Puedo describirlo como la sensación de tener dos pequeños altavoces junto a las orejas. Y sí, sé que esto es lo que ocurre con el 100% de los auriculares, pero estos no están dentro de la oreja, sino muy cerca. Su audio está a medio camino entre unos in ear y unos over ear.

El sonido es bueno, agradable y sorprendente. Llama la atención lo bien que se escuchan y cómo la música o las voces se armonizan. A pesar de no estar dentro del oído, ofrecen una muy buena calidad, aunque es complicado compararla directamente con la de los auriculares in ear clásicos. Es un producto que poco tiene que ver en diseño, sonido y funcionalidad. A mí parecer, es como comparar un smartphone clásico con un plegable: son lo mismo, pero están enfocados a un público muy dispar.

El sonido es diferente al que ofrecen el resto de opciones, motivando una escucha a medio volumen para poder tener presente el sonido ambiente del exterior. No quiero que me malinterpretes, puedes escuchar temas a todo volumen, pero yo al menos, los encasillo como unos auriculares para oír música mientras tienes controlado tu alrededor, y no tanto para disfrutar de una canción en su más alta calidad y sin interrupciones del exterior.

De hecho, las dos cosas que menos me han gustado de estos Nothing Ear (Open) reafirman este uso con volumen medio no tan centrado en la calidad del sonido.

  • Un volumen máximo peliagudo. Nothing ha hecho un gran trabajo de sonido, ha ecualizado bien los auriculares y ha conseguido que su escucha, a pesar de su naturaleza abierta, sea sorprendentemente buena. Eso sí, su volumen máximo deja algo que desear. Los Ear (Open), más allá del 70-80% empiezan a distorsionar ligeramente los bajos y hacen que los agudos brillen mucho más de lo esperado. Pero claro, esto es algo motivado por su hándicap de diseño, y no tanto culpa de Nothing y de la calidad que ha sido capaz de incluir.
  • Tu reproducción no es privada. Cuando un auricular carece de una terminación de silicona no es capaz de sellar correctamente el conducto auditivo, por lo que el sonido que emite se filtra ligeramente al exterior. Dependiendo de la forma y la potencia puede ser más o menos, y en los Nothing Ear (Open) es una cantidad considerable. De hecho, con un volumen más allá del 50-60% las personas de tu alrededor podrán saber qué canción estás escuchando, qué dice la persona con la que estás hablando o enterarse de tu serie favorita. No es algo preocupante cuando estás caminando por la calle o en el metro con mucho ruido de fondo, pero sí en una oficina con relativo silencio o, por ejemplo, en la consulta del médico. Este detalle, sin duda alguna, es lo que menos me ha gustado de los Ear (Open).
Nothing Ear (Open)

Las cosillas de los Nothing Ear (Open)

Estos Nothing Ear (Open) también tienen algunos detalles que me han llamado la atención y que debes tener en cuenta a la hora de ir a por ellos por encima de otras opciones. Estas 'cosillas' no deberían determinar tu decisión de compra, pero sí pueden sumar o restar puntos al conjunto para convencerte o descartar su adquisición.

  • A pesar de su diferente diseño y sistema de audio, la autonomía no difiere demasiado de la que ofrecen otros auriculares estándar. Es posible estar una jornada de trabajo sin pasar por el estuche de carga, y este da entre 2 y 3 cargas extra. Además, al ser un producto de audio propenso a utilizarse con volúmenes bajos y medios, además de no tener cancelación activa de ruido, por lo que ofrecen una experiencia más que decente en este apartado.
  • Y, ya que he mencionado su estuche de carga, comentaré que está fabricado completamente en plástico, que su tapa transparente le da un look espectacular y la facilidad para sacar y meter los Nothing Ear (Open) es abrumadora. Dada la naturaleza de los auriculares, la caja es más grande de lo normal, aunque es muy ligera y bastante fina, dos detalles clave le dan una buena nota a su portabilidad.
  • Cada uno de los auriculares tiene una pequeña placa de presión, que está situada en la posición perfecta para pinzar con los dedos y controlar la reproducción. No es táctil, sino que es necesario ejercer un poco de fuerza con los dos dedos. Es un sistema algo extraño las primeras veces que lo utilizas, pero después se convierte en una verdadera maravilla, sobre todo porque ofrece un feedback vibratorio y sonoro muy agradable que confirma cada acción.
  • Nothing X es la encargada de dar soporte a los auriculares. Es una aplicación sencilla, fácil de utilizar y con varios modos en los que la compañía ha puesto cariño. El mejor ejemplo es su ecualizador avanzado, que permite configurar el sonido de una forma muy específica y personal. También tiene los típicos modos de 'Voz', 'Graves' o 'Agudos', opciones más sencillas y predefinidas para los que quieran conseguir un sonido diferente y no sepan cómo funcionan los canales de un EQ. Por último, comentar que, aunque no soy propenso a perder los auriculares, desde la app se puede forzar un modo de alerta que reproduce un sonido fortísimo en cada auricular, para que de esta forma, lo puedas encontrar si se te ha quedado en un cajón o detrás de un cojín del sofá.
Nothing Ear (Open)

¿Merecen la pena estos auriculares?

Mi experiencia probándolos ha sido buena, me ha enamorado su comodidad, su relación indirecta con el sonido ambiente o la posibilidad de hablar con alguien sin necesidad de quitártelos. Ahora bien, todas estas ventajas dejan flecos que están muy arraigados en el mercado, como puede ser la moda de la cancelación de ruido, el sellado del sonido ambiente o la discreción de auriculares cada vez más pequeños.

Vuelvo a repetirlo, los Nothing Ear (Open) son un producto estrella dentro del nicho de los auriculares abiertos, pero siento que es una categoría muy específica que no todos los usuarios acogerán con los brazos abiertos.

Nothing Ear (Open)

De hecho, recomiendo estos auriculares a toda persona que necesite una constante relación con el sonido ambiente, ya sea porque hace deporte en la calle o está en el trabajo y no puede quedarse completamente aislado de sus compañeros. Si es tu escenario, vas a poder disfrutar de una buena dosis de tecnología, una comodidad extrema y un sonido de calidad.

Ahora bien, es algo que también podrías conseguir con el modo ambiente de la mayoría de auriculares in ear con cancelación de ruido, que te permite escuchar música mientras amplifica el sonido del exterior. Sin ir más lejos, los Nothing Ear y Ear (a) tienen esta opción y cumple una función muy similar. Es decir, que tener unos auriculares cerrados te permitirá disfrutar aislado y con sonido ambiente, mientras que los Nothing Ear (Open) no cuentan con un modo aislamiento.

Además, su precio de 149 euros no los coloca como un producto de fácil acceso para tenerlos como una opción secundaria, lo que los convierte en un gadget todavía más específico.

Dicho esto, si lo que estás buscando son unos auriculares abiertos con un muy buen diseño, una completa app, un sonido agradable y una comodidad sublime, sin duda los Nothing Ear (Open) me parecen una opción muy recomendable.

Si por el contrario, no puedes vivir sin tus momentos de aislamiento en el metro o paseando por la calle, no es un tipo de producto que vaya a encajar con tus necesidades.