Hace poco más de dos años me encontraba sentado frente al monitor que tengo en casa –todavía era época pandémica– redactando cómo había sido mi experiencia con el Mac mini con procesador M1. Un equipo que, como quedó reflejado en el texto que publicamos en Hipertextual, me fascinó. Era potente, silencioso, económico, compacto… Y, además de todo eso, hizo que la transición de arquitectura fuese invisible para el usuario –algo que en absoluto resulta sencillo–. Imposible no recomendarlo.

Hoy, al igual que en aquellos días, me encuentro sentado nuevamente frente a un monitor redactando mis impresiones sobre el sucesor de aquella máquina que tan buen regusto me dejó. Su nombre no ha cambiado, como sí ocurre con los iPhone o los Apple Watch. Sigue llamándose Mac mini. Y tampoco ha variado su aspecto exterior. Salvo por algunas variaciones en los conectores, este equipo es, a simple vista, igual que su predecesor.

Sin embargo, el cerebro que gobierna a esta máquina sí ha dado un paso hacia delante. El Mac mini da la bienvenida a la segunda generación de procesadores Apple Silicon, los cuales traen consigo varias mejoras respecto al modelo previo.

Pero lo interesante no termina ahí. Apple, además, ha tomado otras dos decisiones respecto a este producto que, en mi opinión, son aún más relevantes que esa esperada actualización.

  • En primer lugar, este Mac mini es más barato que antes. El modelo de entrada cuesta 100 dólares menos en EE.UU, 80 euros menos en España y 3500 pesos menos en México.
  • En segundo lugar, la marca ahora permite configurar este equipo con el chip M2 Pro, una variante más avanzada pensada para ese grupo de personas que quieren un equipo compacto como este, pero altamente potente.

Es decir: Apple ha hecho aún más atractivo el modelo de entrada y, a su vez, ha dado alas al Mac mini para sea una opción válida para ese grupo de usuarios que demandan un equipo algo más potente y que, hasta ahora, no tenían otra opción que recurrir a los MacBook Pro con M1 Pro / Max o, incluso, a un Mac Studio.

La unidad que he tenido oportunidad de probar incorpora un procesador M2 Pro con una GPU de 19 núcleos, 16 GB de memoria RAM y una memoria unificada de 1 TB. Una equipo que, en España, se vende por 2.144 euros.

No obstante, la experiencia previa que hemos tenido en Hipertextual con el MacBook Air con chip M2 también nos permite emitir un juicio respecto a la versión de entrada, pues la única diferencia entre ambos es que, en el caso del Mac mini, el SoC está oxigenado por un ventilador –lo que contribuye a un mejor rendimiento sostenido–.

Este texto, por lo tanto, lo vamos a dividir en dos partes. En primer lugar, hablando sobre el Mac mini con M2 Pro –el modelo más novedoso– y, más tarde, analizando en el Mac mini con el chip M2 estándar.

Mac mini (M2 & M2 Pro)

El Mac mini da la bienvenida a los procesadores M2 y M2 Pro. Y el resultado no podía haber sido mejor. La máquina que siempre hemos conocido da un paso adelante en potencia, abarca un espectro de usuarios más amplio gracias a la variante Pro y, además, rebaja la barrera de entrada al haberse aminorado el precio de la variante más básica. Imposible no recomendarlo.

Puntuación: 5 de 5.
Mac mini

Mac mini con M2 Pro: ¿cómo de potente es este nuevo procesador?

El procesador M2 Pro es, en esencia, un M2 con más núcleos. Tanto en la CPU como en la GPU. Una evolución que también abre la puerta a más RAM, más almacenamiento interno y un ancho de banda superior.

Del M2 Pro, eso sí, existen dos versiones:

M2 Pro "básico"M2 Pro "avanzado"
CPU de 10 núcleos (cuatro de alta eficiencia, seis de alto rendimiento)CPU de 12 núcleos (cuatro de alta eficiencia, ocho de alto rendimiento)
GPU de 16 núcleosGPU de 19 núcleos
Neural Engine de 16 núcleosNeural Engine de 16 núcleos
200 MB/s de ancho de banda200 MB/s de ancho de banda

La que he tenido ocasión de probar es la segunda, la más avanzada. Por lo tanto, el grueso de la experiencia se basa en ella. No obstante, la primera variante puede ser un punto intermedio bastante dulce para un amplio abanico de usuarios.

Hecha esta contextualización, entremos en materia: ¿cómo de potente es el M2 Pro en este Mac mini? La mejor forma de responder es con los siguientes gráficos:

El Mac mini con procesador M2 Pro es, simplemente, excelente. Por unos 1.500 euros puedes hacerte con una máquina que, en muchos ámbitos, supera al Mac Pro de entrada que Apple comercializa por 6.499 euros –unas cuatro veces más caro–. Y sí, sé que no es una comparación 100% justa teniendo en cuenta que el Mac Pro aún no ha dado el salto a los procesadores ARM e incorpora chips con cierta antigüedad. Pero que un equipo de esta gama, precio y dimensiones sea capaz siquiera de batallar con él es una demostración del gran trabajo que la marca está haciendo con sus propios chips.

Ese excelente rendimiento, además, llega acompañado de una eficiencia sobresaliente. En el día a día, el Mac mini es una máquina totalmente silenciosa. Usando aplicaciones de productividad u ofimática, editando decenas de imágenes en Lightroom, trabajando en un proyecto de Adobe Premiere o incluso realizando el benchmark Cinebench... En ninguna de esas situaciones el ventilador se ha acelerado lo suficiente como para ser audible. Tan solo al exportar un vídeo de cierta duración en Premiere Pro –es decir, exigiendo a la CPU su máxima capacidad durante un tiempo prolongado– logré que entrara en funcionamiento.

El abanico de situaciones en las que el Mac mini con M2 Pro no necesita que el ventilador gire a altas revoluciones, por lo tanto, es inmenso. Un rango mucho más amplio que el que encontramos en equipos rivales. Y, cuando incrementa sus revoluciones, logra que la máquina entregue su máximo rendimiento de manera constante y sin caídas, a diferencia de otros equipos rivales en los que, incluso con el sistema de refrigeración a pleno funcionamiento, el rendimiento se termina viniendo abajo a causa del calor.

Mac mini

Parte de esa fantástica eficiencia se debe a la configuración de núcleos que Apple ha llevado a los M2 Pro. Estos chips ahora tienen cuatro núcleos de alta eficiencia, dos más que el M1 Pro. Gracias a ello, el equipo necesita recurrir con menos frecuencia a los cores de alto rendimiento –que consumen más energía y, por ende, también son más propensos a generar calor– para realizar ciertas tareas de exigencia intermedia.

Ese extra de núcleos de bajo consumo, por otra parte, también hace que la máquina sea más potente en sí. Si tomamos como referencia las puntuaciones de Geekbench, podemos deducir que los núcleos de alta eficiencia ahora suponen el 23% de la puntuación en el test multinúcleo; mientras que, en el M1 Pro, representaban alrededor del 15%. 

Se trata de un cálculo que deja fuera de la ecuación ciertas variables, por lo que no es 100% preciso. No obstante, sí nos sirve como orientación para, como es el caso, concluir que los núcleos de bajo consumo –al haber más que antes– tienen más peso en el rendimiento global del chip.

En paralelo, Apple también ha mejorado las capacidades de los núcleos de alto rendimiento, que son alrededor de un 15% más potentes que los de la generación previa. Esa mejoría, sumado al extra de núcleos de alta eficiencia, hace que la CPU, en conjunto, sea alrededor de un 25% más potente que la presente en el M1 Pro más avanzado.

Simultáneamente, Apple también ha mejorado la GPU, que ahora alcanza los 19 núcleos –tres más que el máximo disponible con los M1 Pro–. En líneas generales, es alrededor de un 30% más potente, coincidiendo con lo que Apple indicó en la presentación. Se trata de una mejora sin duda bienvenida por todos aquellos profesionales que utilizan aplicaciones dependientes de la GPU total o parcialmente.

El M2 Pro también trae consigo una memoria unificada de hasta 32 GB, con un ancho de banda de 200 GB/s; un media engine enfocado en acelerar el procesamiento de archivos ProRes, HEVC y H.264; elementos de seguridad propios de Apple como el enclave seguro –que procesa todo lo relacionado con el cifrado, Touch ID, etc.–; y un neural engine de 16 núcleos para procesar tareas de inteligencia artificial aún más rápido. Todos ellos son elementos que no siempre reciben la misma atención que la CPU / GPU, pero son fundamentales para la gran experiencia de uso que ofrece el equipo en planos como la seguridad, la creación de contenidos, etc. También, son áreas en las que Apple ahora logra diferenciarse gracias al extenso control que tiene sobre sus chips.

Mac mini

En lo que a conectividad se refiere, el Mac mini con procesador M2 Pro trae varias novedades:

  • En primer lugar, da la bienvenida al Wi-Fi 6E, un estándar que todavía encontramos en pocos routers pero que, con el paso de los años, será fundamental para disfrutar de la mejor velocidad tanto en el hogar como en entornos profesionales. Y este equipo está preparado para ello. 
  • También es compatible con Bluetooth 5.3, la misma especificación que utilizan productos como los AirPods Pro 2 o los iPhone 14 Pro.
  • En la parte posterior se encuentran cuatro puertos Thunderbolt 4, dos USB-A, un puerto Ethernet –que se puede configurar durante el proceso de compra para que admita hasta 10 Gbps– y una toma de 3,5 milímetros compatible con auriculares de alta impedancia. Un set de conectividad diverso, funcional y versátil.
  • También se encuentra en la zona posterior un HDMI, como en la generación previa. No obstante, ahora cumple con la especificación 2.1. Gracias a ella, el nuevo Mac mini puede mover pantallas 8K a 60 Hz o paneles 4K a un máximo de 240 Hz, algo que no era posible con el modelo anterior.

En lo que a estética se refiere, el Mac mini con procesador M2 Pro es exactamente igual que su predecesor. Apple, de hecho, lleva alrededor de una década sin modificar ese diseño –más allá de los conectores posteriores–. Una decisión de la que se pueden hacer varias lecturas:

  • El diseño del Mac mini, diez años después, sigue sin sentirse anticuado. Es más: tiene un aspecto más vanguardista que muchos equipos de empresas rivales. Y eso es una victoria inmensa para Apple. El buen diseño también es timeless. Y el Mac mini es una prueba excelente de ello.
  • Que sea perfectamente válido en el presente no significa, no obstante, que sea ilícito esperar una evolución. Pocos productos tecnológicos pasan una década sin sufrir cambios estéticos. No obstante, ¿hasta qué punto es relevante? El Mac mini es mucho más pequeño que cualquier equipo rival, pasa desapercibido en cualquier escritorio y sigue teniendo un look sofisticado. ¿Se podría hacer más pequeño? Sin duda. Pero, a diferencia de los portátiles, el tamaño es completamente secundario en este tipo de productos. Lo que no es secundario, en cambio, es el precio, que casi con toda seguridad aumentaría si se cambiase la estética.
Mac mini

Mac mini con M2: ¿el ordenador más recomendable del año?

Pasemos ahora al Mac mini con procesador M2. En esencia, es la misma máquina que el M2 Pro. Cambia el chip, la conectividad y el precio. Y, aunque no hemos podido probar esta variante del nuevo Mac mini, la experiencia previa con otros equipos M2 hace que dictaminar un juicio sobre él sea bastante fácil: este es, probablemente, uno de los ordenadores más recomendables del año.

Por 719 euros / 699 dólares te llevas el equipo con mejor relación precio-potencia del momento. El M2 es un chip apto incluso para ciertas tareas avanzadas –como la edición de vídeos no excesivamente complejos–. Y el extra de oxígeno que le aporta el sistema de ventilación –que no tienen otros equipos como el MacBook Air– permite obtener todo el jugo del equipo de manera constante.

Honestamente, me resulta difícil expresar con palabras cuán recomendable es el nuevo Mac mini con procesador M2 estándar

Obviamente, el M2 es un chip inferior al M2 Pro. Su GPU tiene casi la mitad de núcleos, su CPU tiene también menos cores de alto rendimiento, el ancho de banda de la memoria es de 100 GB/s –frente a los 200 GB/s del otro modelo–... Este Mac mini también prescinde del HDMI 2.1 y tiene dos Thunderbolt 4 en lugar de cuatro.

No obstante, sus prestaciones siguen siendo excelentes para estudiantes o profesionales que quieran un equipo capaz, pero sin llegar a las cotas del M2 Pro. Con franqueza: me resulta difícil expresar con palabras cuán recomendable es.

A la ecuación, por cierto, debemos sumar las futuras caídas de precio que probablemente veamos. No en Apple, donde los precios se mantienen constantes. Pero sí en proveedores de terceros que, tarde o temprano, probablemente ofrezcan este equipo incluso por debajo de los 700 euros.

Mac mini

¿Merecen la pena?

El salto a los procesadores Apple Silicon ha hecho que todos los Mac ganen aún más atractivo. Nadie en la industria ofrece en estos momentos una combinación de prestaciones, eficiencia y portabilidad similar.

En el caso del Mac mini, además, entra en juego un componente adicional que le hace ganar aún más atractivo: el precio. Es el equipo con más rendimiento por euro del momento. Ninguna otra marca ofrece un equipo con esta potencia por unos 700 euros.

El Mac mini con M2 es el equipo con más rendimiento por euro del momento. Ninguna otra marca ofrece un equipo con esta potencia por unos 700 euros.

Con el M2 chip puedes hacer tareas de productividad u ofimática, trabajar en Photoshop o Lightroom sin ningún tipo de problema, editar vídeos en Premiere –siempre que no entres en metrajes altamente complejos–, programar en Xcode u otro IDE… Y no te deja tirado.

El Mac mini con procesador M2 Pro, por su parte, va un paso más allá. Una máquina ideal para todas aquellas personas que demandan un equipo más poderoso –en la oficina o desde casa–, pero no necesitan llegar a un Mac Studio o el futuro Mac Pro. Creativos, ingenieros, programadores… Para todos ellos, es una máquina formidable.

Estos Mac mini, además, son máquinas perfectas para todos aquellos que quieran disfrutar de un Mac potente de la manera más económica o versátil posible. Su compra no lleva implícita una pantalla de primer nivel o periféricos de alta calidad, como sí ocurre con los MacBook Pro o los iMac. Puedes conectarle el monitor o los accesorios que quieras.

Eso abre un camino interesante para aquellos que quieran reutilizar componentes para aminorar el desembolso total o, simplemente, para ese grupo de personas que necesita las capacidades de los M2 pero no los beneficios que traen consigo el resto de equipos de Apple que ofrecen estos chips –como la pantalla miniLED del MacBook Pro o el gran trackckpad que monta la compañía norteamericana en sus portátiles–.