El pasado martes 13 Google anunció su nueva línea Pixel 9 con varios integrantes muy interesantes. Los cambios están presentes en casi todos los apartados importantes, siendo los más relevantes el estético, el fotográfico y, por desgracia, el económico. Además, la nueva serie actualizó su procesador, que vuelve a estar fabricado por la gran G y que está siendo el culpable de las primeras quejas sobre los dispositivos.
Y es que, a pesar de llevar unos días anunciados, los Pixel 9 no se ponen a la venta hasta el día 22 de agosto, por lo que, de momento, solo se pueden reservar. Eso sí, parece que ya hay usuarios con acceso al dispositivo que están realizando pruebas con él.
De hecho, no solo están poniéndolo a prueba, también están publicando detalles en sus redes sociales que dejan ver cómo se comportará el dispositivo. Y esto, es justo lo que ha hecho el usuario @callmeshazzam en X (Twitter). ¿Qué ha publicado? Una simple
—pero reveladora— captura de pantalla sobre el rendimiento del Pixel 9 Pro XL.
Así se comporta el Tensor G4 en los Pixel 9
En la imagen publicada, es posible ver una gráfica que muestra el comportamiento del Google Tensor G4 en un Pixel 9 Pro XL. Se trata de una prueba para comprobar cómo gestiona el chip el throttled o estrangulamiento por culpa de la temperatura. Este parámetro es de suma importancia, pues determina cuánto tiempo puede estar el dispositivo ejecutando su máximo rendimiento.
En el caso de los Pixel 9, vemos un problema de considerable importancia, pues tras unos dos minutos al máximo nivel, el rendimiento del chip cae más de un 60%. ¿Qué significa esto? Que el propio dispositivo se autolimita bajando la velocidad del procesador para que la temperatura del terminal no ascienda.
Luego, tras un minuto en torno al 40-50%, vuelve a subir para rendir con cierta estabilidad sobre un 65-70%. Ahora bien, esto no significa que el Tensor G4 no sea capaz de ejecutarse siempre al 100%, ni mucho menos, pero hacerlo, supondría un problema de temperatura, por lo que se autogestiona para que la experiencia en este sentido sea satisfactoria.
Por lo tanto, esta prueba no revela un mal rendimiento de los Pixel 9 —tampoco lo descarta—, sino un problema con la refrigeración de los dispositivos. Tener un procesador más fresco permite que el throttled sea menor, por lo que las capacidades del chip se pueden mantener estables a un nivel más alto y no ofrecer caídas tan drásticas.
Google todavía puede solucionarlo
La buena noticia es, que Google todavía podría tener en su mano una actualización para solucionarlo. La compañía podría ajustar de otra manera los algoritmos que determinan la autolimitación y ofrecer una caída más estable y prolongada en el tiempo. Puede que requiera aumentar unos pocos grados la temperatura del dispositivo, algo que podría suponer una mala experiencia o pasar desapercibido para el usuario final.
Es necesario tomar la captura filtrada con cautela, pues se desconoce qué versión de software tiene ese Pixel 9 Pro XL o si Google todavía está haciendo pruebas antes del lanzamiento oficial. Toca esperar unos días hasta que Google comience a vender sus nuevos móviles y las pruebas de los compradores afloren.