OpenAI va a pasar por años duros hasta que comiencen a obtener beneficios. La compañía prevé pérdidas de hasta 44.000 millones de dólares durante los próximos años a causa del desarrollo de productos de IA, afirma The Information a través de fuentes internas familiarizadas en el asunto. Es algo que, sin duda, mantiene en vilo a los inversores, quienes recientemente ayudaron a cerrar una ronda de financiación de 6.600 millones de dólares.

En concreto, y según estimaciones de OpenAI obtenidas por el citado medio, la compañía podría perder unos 5.000 millones este 2024. Para 2026, las pérdidas de ingresos ascenderían a 14.000 millones de dólares, y continuarían con esta dinámica, al menos, dos años más. En total, y hasta 2028, las pérdidas totales serían de unos 44.000 millones de dólares.

2029 será el año en el que OpenAI comience a obtener beneficios. El citado medio asegura que la compañía prevé unos ingresos de 100.000 millones de dólares, una cantidad abismal teniendo en cuenta que, actualmente, sus ingresos son de unos 3.700 millones de dólares.

Una de las causas del incremento de ingresos para 2029, es la subida del pecio en los planes de suscripción de OpenAI. La compañía planea subir el coste mensual de su plan que permite acceso a ChatGPT Plus, así como a otros productos de IA de la compañía a través del chatbot. Actualmente, la suscripción tiene un precio de 20 dólares, y podría costar más del doble en 2029; 44 dólares.

Nada para los inversores hasta que OpenAI comience a obtener ingresos

OpenAI

Mientras tanto, los inversores tendrán que esperar y ver cómo OpenAI anuncia pérdidas año tras año en sus resultados hasta que comiencen a obtener beneficios. Es ahí cuando estos obtendrán un porcentaje de las ganancias de la compañía.

Sabemos que Microsoft, uno de los principales inversores de OpenAI, se llevará un 20 % de esos beneficios a partir de 2029: una cantidad considerable, pero aparentemente justa, teniendo en cuenta que ha sido uno de los pilares para la compañía de inteligencia artificial.

En cualquier caso, el futuro de OpenAI es muy incierto, y las previsiones de la compañía podrían no hacerse realidad. Todo dependerá del avance en el desarrollo de productos de IA y en otros factores. La empresa de Sam Altman, de hecho, trabaja actualmente en una reestructuración para evitar una compra hostil por parte de sus inversores, mientras que Microsoft planea comprarla ante el riesgo de una bancarrota en los próximos meses.