Finalmente, sucedió: el Universo Cinematográfico de Marvel, encontró el éxito que necesitaba para recuperarse de sus recientes reveses. Deadpool y Lobezno (Deadpool & Wolverine), no solo es un éxito de taquilla rotundo. También, uno de los grandes estreno del año y se encamina a hacer historia con una recaudación récord. Eso, entre la aclamación de la crítica especializada — que le brindó un rotundo Fresco en Rotten Tomatoes — y el cariño de los fanáticos. Lo que parece indicar que Marvel comienza a transitar mejores tiempos.
Lo anterior, pareció confirmarse durante la tercera jornada de la Comic-Con 2024, en la que se anunció dos grandes noticias para efectos del futuro de la saga. Por un lado, que los hermanos Russo volvían para dirigir dos películas: Avengers: Secrets Wars y Avengers: Doomsday. La otra impactó a buena parte de los fanáticos: Robert Downey Jr., regresará para encarnar a una variante de Tony Stark de Tierra 11029. Que, en lugar de convertirse en un héroe, se transformó en el malvado y poderoso Doctor Doom. Ambas primicias apuntan a que Marvel, intenta recuperar lo mejor de su franquicia. Lo que hizo que cada una de las películas, se convirtieran en parte de la cultura popular y en quizás, una de las sagas más rentables de las últimas décadas.
Parte de ese triunfo, se debe a varias de las producciones más emblemáticas del Universo Cinematográfico de Marvel. No solo las que marcaron una huella perdurable por su calidad y solidez, sino las que abrieron las puertas a otras exploraciones del género de superhéroes. Te dejamos cinco de los largometrajes más memorables de la saga. De la que empezó todo a una pequeña rareza, que demostró que la franquicia tenía mucho que explorar. Todo un recorrido para fanáticos que celebra lo mejor de las grandes historias de La casa de las ideas.
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Iron Man
En 2008, el cine de superhéroes era una apuesta complicada. Después de intentos de adaptaciones de cómics que se convirtieron en sonados fracasos, ningún estudio quería correr el riesgo. Mucho más, cuando el género, se encontraba en terreno incierto. Blade (1998), una de las premisas más exitosas, tenía un tono adulto y brutal. Mientras que X-Men, era sobria y simbólica. Sin embargo, también estaban las variaciones de la irregular franquicia Batman e incluso, los tropezones de la duología de Los 4 Fantásticos.
Para cuando Marvel estrenó Iron Man, a cargo de Jon Favreau, la cinta era una incógnita. Se trataba de un personaje relativamente poco conocido, en manos de un actor con un pasado turbulento. Todo, bajo la dirección de un realizador conocido por comedias familiares. De modo, que cuando la película se volvió un éxito extraordinario, sorprendió a los fanáticos, público en general y a la industria de Hollywood.
La historia de Tony Stark (Robert Downey Jr.) un millonario vanidoso que, luego de sobrevivir a un incidente violento, decide poner sus recursos a favor del bien, asombró. No solo por su combinación de humor, acción y un gran corazón. También, por ser una sofisticada manera de entender a un héroe moderno. Para la historia, la escena final en que Tony admite ser Iron Man mientras come una hamburguesa de queso. Y por supuesto, la primera poscréditos de Marvel, con Nick Fury (Samuel L. Jackson), invitando al héroe a la iniciativa Vengadores. El Universo Cinematográfico de Marvel había nacido.
Capitán América y el Soldado del invierno
En 2014, La casa de las ideas, estrenó la que es quizás su película más adulta, política y brillante. Capitán América y el Soldado del invierno, dirigida por Anthony y Joe Russo, era una secuela directa a la discreta Capitán América: el primer vengador de Joe Johnston.
Pero a diferencia de la original, más épica y enfocada en el sentido de la justicia del héroe interpretado por Chris Evans, la segunda exploraba su importancia. También, su simbolismo político e incluso, la forma en que la figura del Capitán América era comprendida. Todo, en un escenario a ochenta años de llegada de su creación.
Como si eso no fuera suficiente, el dúo de creadores incluyeron al Soldado de invierno (Sebastian Stan) como la némesis del héroe. Lo que añadió capas a ambos personajes y una dimensión emocional, más profunda. Con todo su aire de thriller de espías en mitad de un mundo dividido por objetivos militares e ideológicos, a diez años de su estreno, la cinta todavía se considera de las mejores de Marvel.
Black Panther
Una de las grandes obras del Universo Cinematográfico de Marvel y la primera, nominada a Mejor Película de la Academia. En 2018, Ryan Coogler dirigió la película más enfocada en la herencia étnica y la pertenencia. Black Panther no solo era una cinta cápsula que narraba la historia de un héroe atípico. A la vez, llevaba a la pantalla grande, una de las célebres capitales ficticias de Marvel, la ultramoderna Wakanda.
El resultado fue una combinación entre un guion que demostró las posibilidades del género de superhéroes más allá de la diversión. A la vez, que exploró, con cuidado y buen gusto, todo un universo que se basó en el afrofuturismo para analizar su alcance a futuro.
Con un elenco de estrellas, que incluyó al fallecido Chadwick Boseman y a la nominada al Oscar Angela Bassett, la cinta se convirtió en una de las más taquilleras de la franquicia. Y a la vez, en una de las más respetadas y reconocidas del género de superhéroes.
Avengers: Infinity War
La película que reconfiguró por completo y elevó a Marvel a no solo, un nivel nuevo en el cine, sino que hizo historia por su osadía y brillante capacidad para sorprender. La primera parte del final de la saga del Infinito, dejó atrás a los héroes para concentrarse en Thanos (Josh Brolin) y su búsqueda cuidadosa de las gemas del Infinito. Todo, con la intención de cometer el peor genocidio imaginable. Arrasar con la mitad de la vida en el universo, para asegurar — según su retorcido punto de vista — la prosperidad de los sobrevivientes.
La cinta, más oscura, violenta y filosófica que cualquiera otra del Universo Cinematográfica de Marvel, muestra la muerte de varios de los personajes más queridos de la saga. Lo que incluyó el asesinato a sangre fría de Loki (Tom Hiddleston), Heimdall (Idris Elba) y más tarde Vision (Paul Bettany). Pero el momento más impresionante de la película — y el que marcó huella imperecedera en el cine — fue su tramo final.
Para sus últimas secuencias, Thanos logra obtener todas las gemas del Infinito y llevar a cabo su macabro propósito. Al chasquido de sus dedos, desaparece la mitad de la vida en el Universo, lo que incluye también a un grueso número de héroes de La casa de las ideas. La terrorífica escena que arrasó con Black Panther, Wanda (Elizabeth Olsen), Sam (Anthony Mackie) y otras tantas figuras, impactó al público. Pero mucho más, llevó a Marvel a un nivel de excelencia y audacia que se seguirá recordando como su punto más alto.
Guardianes de la Galaxia Vol. 1
Y para finalizar, una rareza. El equipo de perdedores, convertidos en héroes de James Gunn, demostró lo flexible que podía ser el Universo Cinematográfico de Marvel. También, la manera como un grupo en apariencia dispar, podía sostener, a fuerza de química y carisma, una historia disparatada.
Star Lord (Chris Pratt), es un pirata especial, ladrón encantador y un expatriado de todas partes. Por lo que cuando deba unir fuerzas con Gamora (Zoe Saldaña), Rocket (Bradley Cooper), Drax (Dave Bautista) y Groot (con la voz de Vin Diesel), se encontrará en una misión imposible. A la vez, en la primera de muchas aventuras con su familia escogida.
La cinta — y las que le siguieron — mostraron todo lo atípico, camp y entrañable que podía ser el mundo de Marvel. Asimismo, la capacidad de la franquicia para hacerse más emotiva y menos, enfocada en la acción. Lo que este nuevo clásico del cine de superhéroes demuestra en todo su esplendor.
