Clint Eastwood es una de las figuras más respetadas de Hollywood. Y lo es, no solo por su talento interpretativo. También, por su habilidad detrás de la cámara, que le ha valido varias nominaciones al premio Oscar como mejor director. Pero más singular — y meritorio, si cabe — que con 94 años cumplidos, se encuentre rodando su nueva cinta. Juror #2, que se espera, llegue a la pantalla para los últimos meses del año 2024, promete cerrar con broche de oro la carrera del intérprete y realizador. Pero más allá, demostrar su voluntad para continuar su carrera, tal y como siempre lo ha hecho.
Por una larga y fructifera historia a sus espaldas, sombran las anécdotas sobre la manera de trabajar y actuar de la estrella. Lo que incluye desde todo el tiempo que le tomó rodar las escenas íntimas de Los Puentes de Madison — se avergonzaba del semidesnudo que debía realizar — hasta el homenaje que brindó en Imperdonable, a sus primeros papeles en el espagueti western. Lo cierto es que convertido en una leyenda viva de la meca del cine, Clint Eastwood es el ejemplo de una carrera sólida, interesante y siempre y crecimiento que todavía deslumbra a sus seguidores.
Pero un relato poco conocido alrededor de sus decisiones como actor, fue el que le llevó a casi no participar en una de las películas más conocidas de su repertorio. La más singular de ellas, es además una rareza, porque pertenece al género de la comedia. Lo que hace más singular que Clint Eastwood — conocido por su personalidad seria y circunspecta — la haya protagonizado. Nos referimos a Duro de pelar (1978), dirigida por James Fargo y una de las pocas películas con salvaje humor en la amplia filmografía del intérprete.
El humor de la mano de Clint Eastwood
En este largometraje, el guion de Jeremy Joe Kronsberg narra como Philo Beddoe (Eastwood), es un camionero que se dedica a las peleas callejeras. Y que, de hecho, vive al borde del riesgo en medio de largas rutas, con frecuencia, peligrosas.
Pero lo más extraño, es que esta figura taciturna y extraña, lleva como único compañero a Clyde, un orangután. La singular dupla permite al director, rodar varias secuencias hilarantes, en las que el actor interactúa con el simio. Eso, mientras intenta salvar los bolsillos — y de vez en cuando, la vida — en su larga travesía a bordo de su camión a través de Norteamérica.
Lo más curioso de la cinta, es que claro está, buena parte de los parlamentos del actor, son monólogos. Por lo que sus largas conversaciones con Clyde, son en realidad ocurrentes y divertidísimos puntos de vista sobre la vida, el dinero, la pobreza, la felicidad e incluso, el amor. Un papel diametralmente distinto hasta los que, entonces, había encarnado Clint Eastwood en la meca del cine.
La gran preocupación alrededor del actor
Por ese motivo, cuando el intérprete recibió la oferta para la película, su entorno le insistió, de inmediato, que rechazara el papel. En una larga entrevista con The Guardian, Eastwod contó cómo escoger interpretar al extraño y ocurrente Philo Beddoe, fue una decisión complicada. Particularmente, porque buena parte de sus amigos, conocidos e incluso, otros actores, le sugirieron apartarse de un papel semejante. En primer lugar, por no tener la menor semejanza a nada que hubiese interpretado hasta entonces. Al otro extremo, porque temían que fuera un desastre de taquilla.
No obstante, Clint Eastwood, desoyó los consejos. ¿El motivo?, deseaba abandonar los papeles de tipo de rudo que apenas decía palabra en pantalla. Pero además, quería probarse a sí mismo que era capaz de encarnar a un hombre que no tuviera que llevar un arma entre las manos para resultar interesante para el público.
“He tomado algunas decisiones extrañas a lo largo de los años. Mi agente, y todo el mundo, me suplicó que no participara en la cinta”, explicó a The Guardian. “Fue después de Harry el Sucio y yo había hecho muchas películas de acción. Por lo que para mí, el interés era alcanzar a una generación más joven. Protagonizar una historia que los niños pudieran ver, un poco menos malhablada”.
Para sorpresa de todos, la película se convirtió en un éxito de taquilla, siendo la primera del actor y futuro director, en rebasar una recaudación de $100 millones de dólares. También, recibió buenas críticas por su curiosa actuación, lo que resultó más gratificante para el autor. Dos años después, incluso se atrevió a volver a encarnar a Philo Beddoe, en una secuela de la original, que contaba básicamente la misma historia. Y aunque tuvo un gran recibimiento del público, la crítica se dividió con respecto a su opinión sobre la cinta. Eso, aunque Eastwood no dejó de insistir en que estaba satisfecho con el resultado.