Una intoxicación en McDonald’s causada por la bacteria E.coli lleva más de un mes causando gran preocupación en Estados Unidos. El número de afectados roza la centena y un anciano de Colorado ha perdido la vida por la infección alimentaria asociada con las hamburguesas de un cuarto de libra.
Se sabía que esas eran las hamburguesas afectadas porque todos los enfermos la habían tomado pocos días antes de comenzar con los síntomas. Sin embargo, el ingrediente concreto que portaba la bacteria ha sido un misterio hasta ahora. Se sospechaba sobre todo de la carne y la cebolla cortada. Ambos alimentos, así como el resto de componentes de la hamburguesa, han sido analizados por científicos del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, quienes por fin han hecho pública la respuesta.
La intoxicación de McDonald’s la causó la cebolla cortada que se emplea tanto para preparar esta como otras hamburguesas. En realidad, ha sido la propia Taylor Farms, la compañía que suministra la hortaliza a la cadena de comida rápida la que la ha retirado voluntariamente incluso antes de que el CDC se lo reclamara. En McDonald’s también se han deshecho de todas las cebollas que les quedaban de la partida contaminada y realizarán análisis concienzudos de sus nuevas opciones antes de que lleguen a las mesas de sus clientes.
Las causas de la intoxicación en McDonald’s
La bacteria Escherichia coli vive normalmente en nuestro sistema digestivo sin causarnos ningún síntoma. A veces, a través de los alimentos, podemos infectarnos con algunas cepas que sí pueden enfermarnos. La mayoría solo provocan algo de diarrea, aunque hay otras más virulentas, que pueden ser bastante peligrosas para niños, ancianos y personas inmunodeprimidas. Justo es lo que le pasó al anciano de Colorado que se convirtió en la primera (y esperemos que única) víctima mortal de la intoxicación de McDonald’s por E.coli.
En realidad no es raro que haya sido la cebolla la que portaba la bacteria. Es bastante habitual encontrarla en hortalizas, pues pueden contaminarse con ella a través de fertilizantes o agua de riego. Lógicamente, hay que lavar bien las verduras antes de su consumo. Si se lavan con desinfectantes alimentarios, como la amukina, se puede eliminar buena parte de las bacterias. Pero generalmente esto no se hace. Lo más habitual es lavarlas solo con agua. Con eso ya suele ser bastante, salvo excepciones, pero en esta ocasión ha debido haber algún error por el que una dosis infecciosa de bacteria ha llegado hasta los consumidores.
¿Y ahora qué?
La intoxicación de McDonald’s ha sorprendido a muchos expertos en seguridad alimentaria. Y es que, si bien la comida de esta cadena es de todo menos saludable, sí que se le reconoce que normalmente son muy cuidadosos en lo respectivo a la seguridad. La contaminación provenía de una empresa externa, pero es algo que se debe analizar también antes de preparar el producto final.
Por ahora, todo ingrediente sospechoso se ha desechado, con especial hincapié en las cebollas que ahora conocemos como culpables. Si se toman más medidas dependerá en parte de cómo reaccionen los consumidores afectados. Uno de ellos, Eric Stelly, ya ha presentado una primera demanda contra la compañía.
De momento, como era de esperar, la mayoría de enfermos han evolucionado bien ante los síntomas de la enfermedad. Es lo que suele pasar con esta bacteria, cuyos síntomas suelen desaparecer sin necesidad de tratamiento en unos días.
La cantidad de casos detectados ha aumentado mucho desde que se anunció el brote, pero sigue habiendo solo un fallecido. Esperemos que siga así y, por supuesto, que se tomen todas las medidas necesarias para que no vuelva a ocurrir.