Activision le ha dado un duro golpe a EngineOwning, al mayor vendedor de trampas de Call of Duty. Un tribunal de California determinó que el grupo responsable de desarrollar y comercializar aimbots, wallhacks y otros tipos de cheats para la popular franquicia bélica tendrá que pagar una suma millonaria por daños a la empresa que hoy pertenece a Microsoft.

Según recoge Windows Central, EngineOwning deberá desembolsar 14.465.600 dólares en concepto de daños. Activision recopiló que las trampas de Call of Duty se descargaron 72.328 veces solo en Estados Unidos, y pidió que los infractores paguen el mínimo de 200 dólares por daños y perjuicios que establece la ley por cada una de esas descargas.

Pero esto no es todo. EngineOwning tendrá que afrontar casi 293.000 dólares en honorarios de abogados y deberá transferir el dominio web de la compañía (www.engineowning.to) a Activision. Por lo pronto, la web de los creadores de trampas para Call of Duty continúa activa y, al menos a la hora de redacción de este artículo, no se ha publicado nada sobre la multa o las consecuencias de la misma en su foro.

Duro golpe contra el principal vendedor de trampas de Call of Duty

Duro golpe contra EngineOwning el principal vendedor de trampas de Call of Duty

Activision presentó una demanda contra EngineOwning a comienzos de 2022. La compañía argumentó que las trampas desarrolladas por dicho grupo le costaban millones de dólares a los desarrolladores de Call of Duty, arruinaban la experiencia de los jugadores que no recurrían a este tipo de métodos ilícitos, y le daban mala fama a la franquicia de shooters en primera persona.

Los cheats de EngineOwning llegaron a títulos de Call of Duty como Modern Warfare, Modern Warfare II, Modern Warfare III, Black Ops 2 y 3, WW2 y Vanguard. Sin embargo, donde más ruido hicieron fue en Warzone. El battle royale se vio plagado de jugadores utilizando aimbots y otro tipo de ayudas ilegítimas.

Uno de los puntos más notorios de EngineOwning es que estableció un método de funcionamiento por suscripción. Las trampas de Call of Duty y otros juegos como Counter-Strike 2, Battlefield y Titanfall se ofrecían por ciertos lapsos de tiempo, bajo diferentes precios. Así, por ejemplo, los jugadores de Warzone podían pagar 5 dólares para acceder a las trampas por tres días, o 45 dólares por 90 días.

Activision redobla sus esfuerzos contra los tramposos

Activision ha trabajado muy duro para expulsar a los tramposos de Warzone. Ricochet, el sistema antitrampas de Call of Duty, ha evolucionado mucho en los últimos años y ha introducido unas cuantas novedades. Sus desarrolladores están haciendo todo lo que está a su alcance para entorpecer y humillar a quienes intentan sacar ventaja por la vía ilegítima. Pero es una batalla que todavía está lejos de ser ganada, pues los métodos de evasión también progresan a gran ritmo.

Habrá que ver cómo sigue la historia con EngineOwning. Windows Central reporta que los 10 individuos demandados por Activision no se presentaron a su audiencia ante la justicia estadounidense. De modo que todavía no se ha definido cómo se repartirá el pago de la multa millonaria entre los infractores. Si bien los creadores y vendedores de trampas para Call of Duty estaban originalmente basados en Alemania, su web ahora indica que el servicio está radicado en los Emiratos Árabes Unidos.

Activision no es la primera compañía en lograr una compensación económica por daños contra desarrolladores de cheats. En 2023, Bungie tuvo un éxito similar contra AimJunkies, que vendía trampas para Destiny 2. Dicha firma y Phoenix Digital, su casa matriz, fueron obligadas a pagar 4,2 millones de dólares.