En The Truman Show (alerta de spoiler) el personaje de Jim Carrey comienza a sospechar que el mundo en el que vive es artificial. Nunca ha salido de su pueblo, las interacciones que tiene con sus vecinos son monótonas y algunas personas de repente desvían la mirada para recitar un eslogan de marketing, como si se dirigieran a una audiencia. Sus investigaciones revelan que toda su vida ha sido una mentira, ya que su realidad fue construida como un set de cine, atrapándolo dentro de él mientras transmitían sus experiencias para el entretenimiento del público. Por loco que suene, el mismo año en que se estrenó la película, en Japón se estaba realizando un experimento similar.

Era 1998 cuando un comediante japonés apodado Nasubi fue seleccionado para participar en un reality show que podría convertirlo en una celebridad. El reto consistía en sobrevivir la estadía en un pequeño apartamento, completamente desnudo, mientras participaba en concursos de revistas con el objetivo de acumular un millón de yenes (el equivalente a nueve mil dólares americanos). Solo al alcanzar esa meta se le permitiría ser libre otra vez. Su experiencia sería transmitida en vivo en la televisión. Los organizadores del show no le proveerían comida ni bebida, Nasubi debía ganarse el sustento a través de los concursos de revistas y ahorrar el resto para alcanzar la victoria.

Ganar nueve mil dólares a través de concursos de revistas es una tarea completamente absurda. Suena más como una broma que como el verdadero objetivo del reality show. Sin embargo, Nasubi se las arregló para conseguirlo. Para ello solo tuvo que pasar quince meses desnudo, en cautiverio, llenando sobres de participación, mientras millones de sus compatriotas contemplaban su sufrimiento en vivo. La absurda situación se asemeja mucho a The Truman Show y por eso sigue llamando la atención décadas más tarde.

Las revistas a la izquierda, los sobres que debía llenar para enviarlos por correo a la derecha.

¿Desesperado por la fama?

Lo más difícil de comprender de este The Truman Show japonés es por qué Nasubi no abandonó el reto al darse cuenta de lo absurdo de su situación. Durante el primer mes, este hombre enviaría 5.748 solicitudes para participar en los concursos. Al principio, cuando todavía no había ganado nada, Nasubi se vio obligado a pasar varios días sin comer. Tampoco tenía nada que hacer mientras esperaba los veredictos. Gastaba la mayoría de su tiempo enviando nuevas solicitudes, sentado sin hacer nada o durmiendo. Todo esto mientras se encontraba completamente desnudo y sin que las cámaras dejaran de grabar por un solo segundo.

Su primer galardón fue gelatina de fibra, la cual comenzó a devorar inmediatamente. Su segundo, cinco kilos de arroz. Nasubi continuó ganando premios intrascendentes como espagueti enlatado, jabón y pequeñas cantidades de dinero. A los tres meses por fin consiguió ganarse un cepillo de dientes y pasta dental, lo que le permitió cepillarse por primera vez desde el inicio del show. Luego de seis meses encerrado y 38.000 solicitudes enviadas, el hombre ya había recaudado la mitad del objetivo.

Para ese momento el reality show se había convertido en el espectáculo más popular de Japón, alcanzando unos ratings promedio de 17 millones de espectadores por episodio. En comparación, el episodio más visto de Game of Thrones tuvo 16,5 millones de espectadores. Los domingos en la noche transmitían un montaje de diez minutos recopilando los momentos más destacados de la tortura que estaba experimentando Nasubi cada semana. Hasta que los productores se vieron forzados a mudar el show a otro apartamento, luego de que los medios descubrieran la ubicación del original. Motivados por la nueva locación y por toda la atención que estaban recibiendo, decidieron comenzar a ofrecer una trasmisión en vivo de las actividades de Nasubi.

Millones de televidentes disfrutaban ver cómo este hombre se volvía cada vez más loco.

Le costó tres meses más alcanzar los dos tercios del dinero necesario para alcanzar la libertad, luego de haber enviado otras 17.000 solicitudes. Ganando una sandía, entradas para la película de las Spice Girls y un reproductor de VHS. Luego de cada victoria, Nasubi bailaba eufóricamente frente a la cámara para agradecer su buena suerte. 335 días de sufrimiento y soledad más tarde, el japonés por fin alcanzaría la meta del millón de yenes.

La tortura continuó

A pesar de que Nasubi ya había conseguido su objetivo, luego de sobrevivir miserablemente en una versión retorcida de The Truman Show durante casi un año, los productores no tenían ninguna intención de dejarlo ir, debido a los inigualables ratings. Por eso decidieron llevarlo a Corea del Sur, pretendiendo que se trataba de un viaje de celebración. Luego le vendaron los ojos para transportarlo a un apartamento muy similar al que ya estaba acostumbrado, esta vez acompañado por un diccionario de japonés a coreano. El nuevo reto consistía en participar en concursos de revistas coreanas hasta acumular dinero equivalente para comprar un boleto de avión de vuelta a Japón.

Nasubi puso manos a la obra, enviando 7.000 solicitudes en dos meses y así alcanzando su objetivo. Pero los productores estaban decepcionados, había sucedido demasiado rápido, por lo que lo obligaron a conseguir 9.000 yen adicionales para así conseguir un boleto de clase ejecutiva. Rápidamente, Nasubi ganó dos bolsas de hojas de té bastante valiosas, completando, de nuevo, el reto. Nuevamente, los tiránicos productores le dijeron que ahora el objetivo era un boleto mucho más costoso, de primera clase. Para este punto, rellenar solicitudes y ganar concursos era pan comido para este hombre. A los pocos días alcanzó su última meta.

Los responsables por este reality show parecían disfrutar torturar a Nasubi. Cuando por fin decidieron acabar con el programa, le pusieron una venda nuevamente, guiándolo a un cuarto con paredes colapsables. Detrás de tales paredes yacía un estudio de televisión repleto de personas. Ya habitual para él, decidió desnudarse mientras esperaba por su nueva misión. Una cuenta regresiva llegó a su fin y las paredes de la “habitación” se derrumbaron. De repente, el participante del perturbador The Truman Show se encontraba rodeado por miles de personas, contemplándolo desnudo mientras aplaudían. Luego de quince meses de aislamiento, nos cuesta imaginar lo que estaría pasando por la mente de Nasubi en ese momento.

En mayo de 2024, Hulu estrenó un documental sobre la tortuosa experiencia de Nasubi.

Los diarios de Nasubi, documentando su largo tormento, se convirtieron en best sellers en Japón. El japonés explica que la razón por la que simplemente no abandonó el show (lo cual podía hacer en cualquier momento), fue porque estaba desnudo y temía ser arrestado por la policía por exhibicionista. Pero esta explicación no tiene ningún sentido. Cualquiera preferiría ser arrestado que continuar con una existencia infernal de aislamiento y dificultades absurdas.

La razón detrás del inexplicable comportamiento de Nasubi debe ser más compleja y profunda. Quizás haga falta ver el documental sobre su experiencia, disponible en Hulu, para comprender qué fue lo que sucedió. Aunque también es deplorable el hecho de que millones de personas disfrutaron ver cómo un hombre era llevado a la locura, en vez de exigir que se suspendiera un sufrimiento tan innecesario.