Continúan apareciendo rumores sobre los dos posibles HomePod con pantalla que Apple podría anunciar tan pronto como el próximo año, y que servirían como un centro de control inteligente para el hogar. En concreto, Mark Gurman, de Bloomberg, ha detallado en su último boletín semanal de noticias que el modelo más económico llegará con un diseño que recordará mucho a uno de los iMac más icónicos de la compañía.
Gurman ha explicado que el dispositivo doméstico inteligente, conocido como HomePod con pantalla, tendrá una base hemisférica con un panel que estará colocado “en ángulo”, lo que sugiere que el aspecto recordará mucho al icónico iMac G4 que la compañía presentó hace unos 20 años. El citado periodista, eso sí, afirma que el dispositivo será mucho más pequeño de lo pensado. La pantalla, de hecho, tendrá una forma cuadrada, similar a como si juntáramos dos iPhone, uno al lado del otro.
Se espera, además, que la base incorpore altavoces. Si bien no hay detalles al respecto, teniendo en cuenta el tamaño, es posible que estos tengan una potencia similar a la que tienen el HomePod mini.
El HomePod con pantalla tendrá su propio sistema operativo
Gurman subraya que el HomePod con pantalla contará con un sistema operativo propio llamado homeOS, y que estaría apoyado por tvOS. Este permitiría ejecutar diferentes aplicaciones similares a las que encontramos en el iPad, como FaceTime, para poder hacer llamadas de voz o videollamadas, o apps como Notas o Calendarios.
El HomePod con pantalla también incluirá la posibilidad de reproducir vídeos e imágenes, aunque el periodista de Bloomberg destaca que Apple lo centrará en un dispositivo que servirá como centro de control para el hogar, donde los usuarios pueden conectar diferentes accesorios, como bombillas o cualquier electrodoméstico inteligente compatible con HomeKit.
Todo apunta a que este HomePod con pantalla llegaría durante el próximo año, y será uno de los dos productos que prepara Apple. El segundo sería un dispositivo de mayor tamaño y de más alta gama, con una pantalla conectada a una extremidad robótica que servirá, sobre todo, para realizar videoconferencias y reproducción de contenido. Este, eso sí, no llegaría hasta 2026, y tendría un coste aproximado de 1.000 dólares.