No hay nada como un científico asegurando algo rompedor y misterioso para echar leña al fuego de la conspiración. Es lo que acaba de ocurrir en Suiza, después de que una científica asegure que bajo el acelerador de partículas del CERN hay una puerta a otra dimensión por la que entran y salen criaturas de otros mundos. Las redes sociales echan fuego. Si lo dice una científica, debe ser verdad, ¿no? Por fin alguien es valiente y cuenta eso de lo que nadie quiere hablar.
Pues la verdad es que no. Dar credibilidad a lo que dice una persona simplemente por el hecho de tener cierta formación se conoce como sesgo de autoridad y no siempre es una buena idea. Partamos de la base de que la científica que ha hecho estas afirmaciones ni siquiera trabaja en el CERN. Se dedica a la salud pública y forma parte del consejo de ética de la Organización Mundial de la Salud. La física no es su campo, por lo que ni siquiera sería válido el sesgo de autoridad.
Incluso si fuese física, podría estar mintiendo inconsciente o deliberadamente. Es necesario contrastar con otras fuertes antes de dar una hipótesis tan rompedora como cierta. Y la realidad es que en cuanto se investiga un poco esta posibilidad cae por su propio peso.
No es la primera vez
Desde el CERN han asegurado que no hay ningún portal a otra dimensión bajo sus instalaciones. Han insistido en que los experimentos del acelerador de partículas están destinados únicamente a comprender mejor la formación de la materia y los orígenes del universo. Pero no tienen la intención de buscar otros mundos. Además, aunque quisieran, no es tan sencillo.
El papel del acelerador de partículas del CERN es justamente el que promete su nombre. Posee un gran campo magnético que acelera los protones dentro de un túnel circular a energías muy elevadas. Esto facilita choques entre ellos que dan lugar a la formación de nuevas partículas. Dado que la energía a la que se someten es tan alta que no se había explorado antes, se pueden descubrir nuevas partículas elementales, como pasó con el famoso bosón de Higgs. Esto tiene utilidades para estudiar el universo. Pero, también, si se descubriesen ciertas partículas, se podría demostrar la existencia de otras dimensiones. Eso sí es cierto, pero aún no ha pasado y, aunque ocurriera, demostrarlo es muy distinto a abrir un portal que cruce hasta ellas.
A pesar de todo esto, casi cada año surgen nuevas teorías conspiratorias sobre ese portal a otra dimensión. Una de las más recientes tuvo lugar en 2022, cuando se reabrió el acelerador de partículas después de unas reparaciones. Varias personas en redes sociales aseguraron que los científicos del CERN estaban tratando de abrir una puerta al infierno para entrar en contacto con el demonio. Esto es bastante más elaborado. En otros casos solo se habla de una puerta a otra dimensión.
No se puede abrir una puerta a otra dimensión
A raíz de la hipótesis de la puerta del infierno, en USA Today entrevistaron al profesor de física de la Universidad de Buffalo Dejan Stojkovic. Este explicó que para abrir una puerta a otra dimensión sería necesario un acelerador de partículas del tamaño del universo.
Esta puerta sería un agujero de gusano. Es decir, un portal de corta duración que une dos agujeros negros. Algo así como el que aparece en Interstellar. Para crear esto en la Tierra necesitaríamos primero la formación de agujeros negros. Eso, incluso a nivel microscópico, requiere una cantidad de energía tan alta que no es posible alcanzarla con el campo magnético del CERN. Sería necesario algo colosal. Como dice Stojkovic, tan grande como el universo.
¿Qué está pasando en el CERN?
La última teoría de la conspiración la ha lanzado la doctora Astrid Stuckelberger. Como ya hemos mencionado, su especialidad es la salud pública. No tiene formación en física, pero asegura que la información le llega de primera mano de científicos del CERN. Según ella, la prueba de que hay seres saliendo y entrando por esa puerta a otra dimensión es que uno de ellos se dejó una bufanda olvidada.
El CERN ha cumplido hace solo unas semanas 70 años desde su fundación. Podríamos pensar que esta es una campaña publicitaria, pero en realidad lo más probable es que sea una conspiración más. Los motivos por los que esta científica ha hecho esta afirmación no se conocen. Pero está claro que no tienen ni pies ni cabeza. Si queremos viajar a otros mundos, tendremos que seguir leyendo, como se ha hecho toda la vida. Lo de las puertas a otras dimensiones nos queda todavía demasiado grande.