El pasado viernes, dos guardias civiles que se encontraban realizando una operación contra un equipo de narcotraficantes, murieron en el puerto de Barbate (Cádiz) al ser arrollados por la narcolancha que perseguían. Ambos agentes iban a bordo de una zódiac, una pequeña embarcación de apenas 5 metros, mientras que la otra lancha contaba con 13 metros de eslora.
Es una diferencia abismal no solo de tamaño, sino también de potencia. La zódiac en la que iban a bordo los dos guardias civiles fallecidos en el puerto de Barbate es de apenas 500 kilos y tiene una potencia de hasta 90 CV. La narcolancha de los traficantes, en cambio, cuenta con tres motores de hasta 900 caballos de potencia y tiene un peso de 5.000 kilos.
Incluso aunque los narcos no fueran a la máxima potencia permitida, habrían arrollado con éxito la patrullera en la que se encontraban los dos guardias civiles. Ahora bien, ¿por qué fueron con una zódiac en vez de otros medios más afines para enfrentarse a una narcolancha de estas dimensiones?
Al parecer, la Guardia Civil cuenta con tres patrulleras en el puerto de Cádiz. Ninguna de ellas se pudo utilizar en el puerto de Barbate dado que estaban averiadas, tal y como ha confirmado la Asociación Unificada de Guardia Civil (AUGC) a diferentes medios, quien pide la dimisión de Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior.
Ocho detenidos después de que una narcolancha arrollara a una zódiac de la Guardia Civil en Barbate
Además de los dos guardias civiles fallecidos en Barbate, en la zódiac viajaban otros dos agentes; uno de ellos se encuentra en el hospital y su vida no corre peligro. Otro, en cambio, está en coma y ha perdido un brazo después de ser arrollado por la narcolancha.
En total, la muerte de los dos guardias civiles en el puerto de Barbate ha dejado 8 detenidos. Tres de ellos eran pilotos de la narcolancha, y se les acusa de dos delitos de homicidio y lesiones graves a agentes de la autoridad. Otros dos de los detenidos se encontraban esperando a que la narcolancha les recogiese, y se les acusa de un delito de encubrimiento y resistencia grave a agentes de la autoridad.
Posteriormente, la Guardia Civil ha detenido a tres personas más relacionadas con este incidente.