Cuando se produce o se va a producir una catástrofe o situación de emergencia, ya sea por un accidente de grandes dimensiones o un fenómeno meteorológico adverso, en España actúa lo que se conoce como Sistema Nacional de Protección Civil. Su máximo responsable es el Ministerio de Interior, pero quien se encarga de coordinar y ejecutar las acciones necesarias es Protección Civil, en colaboración con los poderes públicos de ámbito autonómico y local. Y para que la población esté informada en todo momento y no se exponga a posibles peligros, existen las alertas civiles.
En el mejor de los casos, nunca oirás hablar de Protección Civil. Ni verás uno de sus vehículos o recibirás un aviso suyo informándote que en tu zona hay una emergencia o situación de potencial peligro. Por meteorología adversa, como una DANA, o por un accidente que involucre instalaciones químicas o eléctricas. Pero no está de más saber que en España existe una red coordinada que sirve para evitar situaciones de peligro para la población. Y en caso preciso, actuar cuando es necesario.
Las alertas civiles son la manera que tiene Protección Civil de informar a las personas que se encuentran en una zona de riesgo potencial. O cerca de ella. Ya sea para recomendar quedarse en casa o para evacuar sus residencias o puestos de trabajo cuando se produce una situación que ponga en peligro vidas humanas. Tradicionalmente, las alertas civiles se han difundido a través de los medios de comunicación. Radio y televisión, especialmente. Y con la llegada de internet, también se difunden alertas civiles a través de redes sociales. Y desde hace un par de años, existe el sistema ES-Alert, que facilita el envío de este tipo de avisos directamente a los teléfonos móviles de los ciudadanos afectados.
Protección Civil y la Red de Alerta Nacional
Con más de 60.000 seguidores en Twitter, y también presentes en YouTube, Facebook e Instagram, Protección Civil ofrece información constante sobre emergencias y situaciones extremas relacionadas con la meteorología. Los riesgos meteorológicos son algo cada vez más frecuente, y no es de extrañar que nos tengamos que ir acostumbrando a recibir alertas civiles con más frecuencia que hace unas décadas.
Desde hace un par de años, las alertas civiles en España se envían por distintas vías. La más reciente es enviando un aviso sonoro y visual directamente a los teléfonos móviles que se encuentran en una zona de riesgo potencial. Forma parte de los que se conoce como RAN, acrónimo de Red de Alerta Nacional de Protección Civil. Y sirve para informar y coordinar a las distintas Administraciones Públicas para prevenir, informar y socorrer si es necesario.
Por un lado, Protección Civil avisa “a las autoridades competentes”, a nivel autonómico y local. Y al revés. Las Administraciones Públicas “que puedan contribuir a la detección, seguimiento y previsión de amenazas de peligro inminente para las personas y bienes comunicarán de inmediato al Centro Nacional de Seguimiento y Coordinación de Emergencias de Protección Civil cualquier situación de la que tengan conocimiento que pueda dar lugar a una emergencia de protección civil”.
Protección Civil y las alertas civiles
A raíz de una normativa europea, la Directiva 2018/1972, se obliga a “todos los países miembros de disponer, a partir del 21 de junio de 2022, de sistemas de alerta basados en telefonía móvil”. Algo similar a lo que sucede en países como Japón o Estados Unidos, donde fenómenos meteorológicos adversos pueden provocar grandes daños materiales y poner en peligro vidas humanas. Así, en España se puso en marcha el sistema ES-Alert, “adaptación del protocolo EU-Alert de difusión de alertas mediante la tecnología Cell Broadcast”.
Así, los “centros de coordinación de emergencias de las comunidades autónomas en el marco del Sistema Nacional de Protección Civil” tienen a su disposición esta herramienta para “emitir las alertas cuando la situación lo requiera”. Funciona en colaboración con las distintas operadoras de telefonía móvil, de manera que todos los terminales móviles que se conectan a determinadas antenas de telefonía, reciben el mensaje y la alerta sonora. Estas alertas civiles están limitadas a una zona geográfica concreta. Con independencia del proveedor de telefonía o la marca o modelo del mismo. A través de las redes 4G y 5G. Eso sí. ES-Alert funciona en iPhone con 15.6 o superior. Y en Android 11 o superior. Las versiones Android 9 y 10 reciben alertas, pero con algún error. Y los modelos más antiguos “no reciben las alertas”.
Como vimos en su día, se realizaron varias pruebas para que los ciudadanos se familiarizasen con estas alertas civiles mediante telefonía móvil. Los teléfonos situados en la zona cercana a una emergencia o catástrofe, emiten un pitido alto y reciben un mensaje que hay que aceptar para desactivar el pitido. Dicho mensaje informa de qué está ocurriendo. O qué va a suceder. También incluye consejos, como no salir de casa o no utilizar el vehículo privado. Y también indica una forma de comunicación como los números de emergencia de cada localidad o comunidad autónoma.
¿Y si no recibo alertas civiles en mi teléfono?
Poner en marcha el sistema ES-Alert corresponde a las comunidades autónomas en las que se produce una situación de emergencia. De manera que es posible que la autoridad pertinente decida no activar estas alertas civiles. Por suerte, hay muchas vías para estar informado de este tipo de situaciones, gracias a que Protección Civil y AEMET, entre otras agencias públicas, publican información con asiduidad en sus cuentas oficiales, en redes sociales como Twitter. Además de la labor informativa, y de servicio público, de los medios de comunicación como prensa, radio y televisión.
Así pues, otra manera eficaz de estar informado sobre todos los avisos y alertas civiles es, como vimos antes, consultando la cuenta de Twitter de Protección Civil. También AEMET, Agencia Estatal de Meteorología, tiene su propia cuenta oficial. Incluso puedes informarte de antemano viendo el mapa oficial del Sistema Nacional de Protección Civil. Ahí se indican todas las emergencias previstas y en curso por nivel de riesgo y en cada zona geográfica afectada.