En Civil War (2024) Norteamérica ha caído en medio de un enfrentamiento que fragmentó la unidad interna del país. Pero más allá de eso, la película de ciencia ficción de Alex Garland medita acerca de un panorama en que las diferencias sociales y culturales se disuelven a través de la violencia. Gradualmente, Lee (Kirsten Dunst), una periodista decidida a mostrar las atrocidades que recorren el país, se enfrentará a una posibilidad aterradora. Que los enfrentamientos, cada vez más violentos y cruentos, solo sean el principio de una desintegración total de la vida tal y como la conoce.
Por supuesto, no es la primera vez que el cine se atreve a mostrar futuros aterradores, violentos o temibles. A medida que el género de ciencia ficción se volvió más conceptual y cercano a conceptos humanistas, las premisas que narran un porvenir pesimista no han faltado. Pero mucho más, cuando exploran en escenarios peculiares que muestran el mal de nuestra época, en la forma de catástrofes medioambientales o accidentes tecnológicos. En particular, al dejar en claro que la mano del hombre — y ninguna otra — será la responsable de la debacle de la cultura y la civilización.
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Te dejamos cinco películas de futuros distópicos violentos que puedes ver ahora mismo, si te gustó Civil War. De las profecías autocumplidas en un mundo lleno de paranoias a la guerra por el agua y los recursos imprescindibles para subsistir. La selección te mostrará lo que puede esperar a nuestro mundo — en su faceta más oscura — y la forma como el séptimo arte analiza semejante posibilidad.
Dejar el mundo atrás
Una crisis de comunicaciones a gran escala. Ciudadanos armados que defienden sus propiedades a balazos. La caída del mundo en medio de una catástrofe poco clara. La película de Sam Esmail reúne las peores paranoias y teorías conspirativas en una historia extraña, incómoda y por momentos aterradora, clásica de la ciencia ficción. Pero Dejar el mundo atrás va más allá de solo plantear un acontecimiento con la capacidad de destruir a Norteamérica. También analiza los terrores contemporáneos — y teorías al respecto — desde la óptica de su verosimilitud y capacidad para hacerse realidad.
El resultado es una cinta que parece crear capas sobre un posible colapso total y agregar complejidad a la premisa de gobiernos democráticos a punto desplomarse. Poco a poco, Amanda (Julia Roberts), descubrirá que lo empieza como una serie de situaciones aisladas, apuntan al horror de un apocalipsis tecnológico. En particular, a la idea de la destrucción desde cúpulas de poder y la manipulación de masas.
Para su terrorífico y críptico final, una cosa queda clara entre tantos misterios. La caída del mundo actual, está a la distancia de una interrupción de las comunicaciones o la pérdida de los elementos que consideramos indispensables en la actualidad. Un punto de vista escalofriante acerca de un apocalipsis que no está muy lejos de ser real.
Saga Mad Max
Esta franquicia es un fenómeno curioso. Su primera película, estrenada en 1979, contaba la historia de una venganza que convertía a Max (Mel Gibson) en el típico personaje violento. Mucho más, en un ejército de un solo hombre que recorría una Australia inhóspita y hostil, para asegurarse de hacer justicia por la muerte de su familia. No obstante, George Miller pareció no conformarse con el tema y dejó entrever que el personaje, estaba rodeado por el colapso del país en que vivía.
Pero fue Mad Max 2, que llegó a la pantalla grande en 1981, la que demostraría que Miller tenía mucho que contar sobre una debacle total y mundial. La cinta, de nuevo, sigue a Max (Gibson), en medio de un territorio desolado en que el agua y el petróleo son monedas de cambio. Mucho más, cuando el agresivo paisaje se hace insostenible. Luego, en 1985, Mad Max: más allá de la cúpula del trueno mostraría las entrañas de una sociedad en escombros, convertida en una masa hambrienta y feroz.
George Miller volvió a la premisa de la ciencia ficción en la exitosa Mad Max: furia en el camino (2015), en la que narraba la sociedad que sobrevivió a todo lo anterior. Con Max (esta vez interpretado por Tom Hardy, de Venom), en medio de un territorio brutal, la trama profundizaba en los horrores de la escasez. Furiosa (Charlize Theron), debía escapar de la esclavitud a la que la sometía Inmortal Joe (Hugh Keays-Byrne). Eso, llevando a bordo de su camión a las esposas fértiles de este último, nueva moneda de cambio en un mundo destruido por la radiación y el hambre. Este año, la saga alcanzará una quinta película con Furiosa, la cinta que narra la historia del personaje de Theron, esta vez encarnado en su juventud por Anya Taylor Joy.
Amanecer de los muertos
En una lista de futuros distópicos de la ciencia ficción, no podía faltar un apocalipsis zombi. Y ninguno mejor que la versión del clásico de George A. Romero, dirigida por Zack Snyder y estrenada en 2004. El director no solo logró crear una atmósfera que homenajea de manera muy elegante a la película original. También dejó para el cine de género algunos momentos memorables, que recrear con una crueldad inusitada el fin de los tiempos.
De una mujer embarazada que termina por ser infectada del terrible virus zombi a una avalancha de criaturas que destripan a un hombre en plena cámara. Nada falta en esta recreación de la caída de la civilización en clave de un estudio acerca de la naturaleza humana en medio de catástrofes. No obstante, lo más doloroso en lo que se adivina al subtexto.
Cuando un grupo de sobrevivientes se atrincheren en un centro comercial durante meses, los peores y más repulsivos rasgos de la naturaleza humana quedarán en evidencia. Lo que llevará a una turbia conclusión, que deja claro que en esta historia distópica, no hay esperanza posible.
El superviviente
Rodada en 2021, esta cinta de ciencia ficción de Jon Keeyes utilizó la atmósfera claustrofóbica de la cuarentena provocada por el COVID-19, para narrar una historia apocalíptica. En la trama, la civilización actual cayó con asombrosa rapidez luego de la aparición de un virus incurable.
Un año y medio después de la tragedia a gran escala, un ex agente del FBI (Jonathan Rhys Meyers), debe custodiar a la que es, quizás, la última esperanza. Una sobreviviente que al parecer es inmune a los estragos de la enfermedad.
Sarah (Ruby Wylder Rivera Modine) intenta escapar de lo que desean utilizarla para un propósito mesiánico o fanático, por lo que ambos recorrerán un país destrozado. Aunque la premisa se asemeja más de lo conveniente a The Last of Us, el director logra construir un ambiente devastado que resulta aterrador. Mucho más, cuando las desoladas ciudades, recuerdan con escalofriante precisión, lo que podría ocurrir en una situación semejante.
Juerga hasta el fin
En 2013, los directores Seth Rogen y Evan Goldberg decidieron imaginar un fin del mundo por completo distinto a lo típico de la ciencia ficción. Lo que incluyó una fiesta a gran escala en plena ciudad de Los Ángeles, que toma a los invitados por sorpresa.
Con James Franco a la cabeza, lo que comienza como una comedia burlona sobre el fin de los tiempos, se convierte en una sátira muy negra sobre la estupidez humana.
Pero nadie se equivoque: el argumento sigue siendo una sátira, que tiene varias de las mejores escenas de comedia de los últimos tiempos. Con Emma Thompson matando demonios con un bastón hasta Jonah Hill siendo poseído, Juerga hasta el fin es todo lo que promete igual. Lo que abarca una escena final en el más allá, con invitados especiales incluidos.