En La primera profecía, la precuela de la saga de terror de los años 1970-1980, el interés está no en el futuro anticristo — aunque hay indicios de su nacimiento — sino en su supuesta madre. Más interesante aún, en los sucesos tenebrosos y siniestros que rodearon la concepción y nacimiento del siniestro personaje. La película de Arkasha Stevenson, guarda considerables paralelismos con el relato original, que reinterpretaba las escrituras católicas acerca de la llegada de una criatura infernal. Uno, además, cuyo único objetivo era destruir el mundo desde sus cimientos y traer el caos a toda la creación divina.

Esta precuela de la tradicional franquicia de terror, recupera varios de sus temas de interés. En específico, la manera de combinar una concepción acerca del mal con acento contemporáneo, basado en una idea sobrenatural. La poco usual combinación, dio como resultado una particular historia de crecimiento que se extendió, en la ficción, a través de décadas. Ahora, la cinta de Stevenson regresa al mismo punto, pero retrocede para contar cómo se engendró el ya mítico Damien Thorn. Mucho más, cómo la iglesia católica estuvo involucrada — para bien o para mal — en la circunstancia que llevó a su concepción a través de una mujer aterrorizada. 

Si eres fanático del cine de terror o solo de la saga La profecía, te dejamos tres razones para ver la precuela que llega a cines. De un capítulo de enorme interés para comprender mejor la premisa de la serie de películas, hasta un enfoque brutal en el body horror que hará las delicias de los amantes del género. Lo cierto es que La primera profecía tiene todo para convertir en un suceso del cine de terror. Mucho más, cuando este parece atravesar un buen momento. 

Una conexión directa con las películas originales

Los niños terroríficos y las conspiraciones que involucran lo satánico, son tropos tradicionales del terror religioso. Solo que en 1976, Richard Donner hizo lo impensable. Tomar toda la idea de un enemigo sobrenatural de la humanidad y contar su historia de origen. Lo que le permitió plantear una premisa terrorífica. ¿Podría el anticristo nacer como un niño humano? De ser así, ¿cuáles serían sus características y poderes?

En La profecía, el guion de David Seltzer tomaba todas las extrañas y terroríficas admoniciones del Apocalipsis bíblico para contar un relato que no tenía nada que envidiar a cualquier película de horror contemporánea. A saber: un niño nacido de las entrañas de un chacal — o con cualquier caso, emparentado de manera biológica con uno — se convertiría, al hacerse adulto, en una figura diabólica. 

El camino a la maldad

El resultado fue una trilogía, que exploró en la infancia, adolescencia y vida adulta de Damien Thorn, el hijo del diablo, y Anticristo. Interpretado sucesivamente por los actores Harvey Stephens, Jonathan Scott Taylor y Sam Neill, la saga exploraba en un tipo de mal contemporáneo. Eso, a pesar de las raíces sobrenaturales de su protagonista. Pero la franquicia, enfocó su interés en un ser demoníaco capaz de hacerse pasar por humano y llegar a una posición de poder. Lo que hizo del conjunto de películas aterradoras por su capacidad para integrar elementos realistas a su premisa terrorífica. 

La primera profecía hace algo muy parecido. De hecho, buena parte del interés de la película, radica en cómo detalla en lo que rodea a Margaret (Nell Tiger Free, de Servant). En medio del intento por profundizar en su vocación religiosa, el personaje viajará a Roma para entrar en un convento y tomar el velo. Pero lo que comienza como un recorrido netamente espiritual, rápidamente se convierte en una sucesión de eventos terroríficos.

La cinta, recupera tanto la estética como el pausado ritmo del guion de la cinta de 1976 dirigida por Donner. El argumento de Tim Smith, Arkasha Stevenson y Keith Thomas, no solo recupera algunos de los personajes conocidos por los fanáticos. También, abre la puerta para explorar en lo que ocurrió alrededor de la hasta anónima madre de Damien. Lo que atraviesa, brindar explicación a la lúgubre idea del nacimiento de un bebé humano, de las entrañas de un animal salvaje. 

Mucho body horror en ‘La primera profecía’

Pero, más allá de su conexión con la película inicial de la saga, La primera profecía es un experimento a gran escala en el género del terror sobrenatural y el body horror. Lo que implica una colección de escenas sangrientas, que superan por mucho a las vistas en las cintas originales. No obstante, la directora no convierte a la trama en una explotación exagerada de escenas repugnantes. 

Uno de los puntos centrales de la precuela, es lograr contar la historia del tránsito de Margaret de novicia al centro de una conspiración terrorífica, sin dejar a un lado, la naturaleza tenebrosa del argumento. Por lo que la trama, atraviesa todo tipo de secuencias que lo permiten. Desde decapitaciones — por otro lado, ya tradicionales en la franquicia — hasta mostrar cuerpos destrozados en pantalla. 

Lo anterior, encaja en una trama que utiliza sus imágenes más impactantes, para apuntalar el centro de su premisa. Este es: como Margaret, poco a poco, se convierte en un terreno en disputa entre las fuerzas del bien y del mal, que obran sobre su cuerpo como en un escenario macabro. 

Referencias para los amantes del terror

Pero más allá, la nueva película de la saga La profecía, es una combinación inteligente de otros tantos clásicos de terror. De la mirada inquietante, brutal y repulsiva acerca de lo sobrenatural de El Exorcista al terror claustrofóbico de La semilla del diablo. Lo cierto es que la película explora con cuidado la idea acerca de la predestinación maligna y la forma en que el lenguaje cinematográfico puede explorar en el miedo como un elemento ambivalente. 

Mucho más, cuando mezcla religión, las paranoias colectivas y la creencia, en un territorio resbaladizo que puede ser interpretado de muchas maneras distintas. La historia de Margaret (que incluye maltrato y violencia, no solo de manos demoníacas), tiene su propio peso. Pero mucho más, conserva la sensación ominosa de peligro latente y universal que hizo famosa a la saga. Algo que la nueva producción recupera por completo y convierte en un planteamiento inédito acerca de lo terrorífico. Gracias a la cinta, La profecía tiene todo un nuevo camino que recorrer.